Luego de que se hicieran públicas las fotos de un festejo de cumpleaños en la quinta de Olivos en plena cuarentena estricta en 2020, sin barbijo ni distanciamiento y superando las 12 personas en un espacio interior, el presidente pidió perdón en un acto público.

Reconoció que fue para celebrar el cumpleaños y no para cualquier otro tipo de reunión política, aunque responsabilizó a su esposa: “El 14 de julio Fabiola convocó a una reunión, a un brindis, que no debió haberse hecho. Me doy cuenta que no debió haberse hecho y lamento que haya ocurrido”.

Por otra parte, respecto de otro tipo de reuniones en la casa presidencial durante el ASPO que se hicieron públicas, Fernández manifetó: “Olivos se convirtió repentinamente en casi una ciudad, porque allí iban los gobernadores, diputados, los ministros, las ministras, secretarios, empresarios, futbolistas, dirigentes de fútbol, actores, actrices, gente que tenía problemas que la pandemia le había causado y que también necesitaban ser oídos. Como presidente tengo la necesidad de escuchar a todos”.

“No soy un careta.Nunca quise dejar de dar la cara cuando debía dar la cara ni esconderme detrás de nadie cuando debía dar la cara yo”, expresó con una jerga fuera de protocolo y concluyó que: “Lamento lo que ocurrió. No va a volver a ocurrir”.