El escritor y comunicador peruano Gustavo Rodríguez flamante ganador del 26 Premio Alfaguara de Novela con la tragicomedia “Cien cuyes”, en la que aborda “con destreza y humor” la paradoja de los adultos mayores en nuestras sociedades, cada vez más longevas y a la vez cada vez más hostiles a la vejez, aseguró hoy, durante la ceremonia de premiación que el conglomerado Penguin realizó en Madrid, que hay que “hablar más de la muerte en general y de la dignidad al morir en particular”.

“No sé exactamente por qué he escrito esta novela, creo que se debe a la muerte reciente de personas mayores de mi entorno y también a la estela mortal que dejó la pandemia de Covid en mi país. Sin embargo tengo más claro para qué la escribí, para que empecemos a hablar de la muerte con más naturalidad, con más frescura y hasta con humor”, dijo Rodríguez tras conocerse el fallo que lo postuló ganador al premio dotado de 175 mil dólares, entre 706 manuscritos inéditos escritos en español recibidos desde España (296), Argentina (112), México (99), Colombia (81), Estados Unidos (43), Chile (28), Perú (27) y Uruguay (20).

 

“Creo que el sexo ha tenido demasiado protago

nismo al promocionarse como estrella tabú, al menos en Occidente, y me parece que de la muerte se habla incluso menos que del sexo, eso se puede comprobar con la cantidad de eufemismos que usamos cuando alguien muere: pasó a mejor vida, trascendió, está en el cielo. Soy un completo convencido de que cuando menos se habla de algo más daño se forja al interior de uno al esquivarlo. Tenemos que hablar más de la muerte en general y de la dignidad al morir en particular”, postuló el escritor peruano, nacido en Lima en 1968.

La novela “‘Cien cuyes’ es una novela tragicómica situada en la Lima de hoy, que refleja uno de los grandes conflictos de nuestro tiempo: somos sociedades cada vez más longevas y cada vez más hostiles con la gente mayor. Paradoja que Gustavo Rodríguez aborda con destreza y humor. Un libro conmovedor cuyos protagonistas cuidan, son cuidados y defienden la dignidad hasta sus últimas consecuencias”, dice el fallo que leyó la escritora argentina Claudia Piñeiro, presidenta del jurado de esta edición, en la ceremonia de anuncio del premio celebrada en la tarde madrileña, mediodía argentino.

“Me da mucha alegría que el premio vaya hoy para Perú, un país donde hay un paro nacional y una marcha de cientos de personas yendo hacia la capital pidiendo derechos y democracia” -dijo Piñeiro después de leer los fundamentos-; y me alegra que el título tenga la palabra ‘cuyes’ -agregó-, una palabra que todos se deben estar preguntando qué significa y que desde Latinoamérica suman a ese español que entre todos hacemos tan rico”.

Una palabra, además, que en este libro da cuenta de “una contraposición entre lo súper regional y lo absolutamente universal”, como las inquietudes ante los cuidados de una ancianidad que se acrecienta en años pero no en calidad de vida, destacó la editora y traductora argentina Carolina Orloff, una de las cinco integrantes del jurado que falló a favor de “Cien cuyes”, libro que estará en las librerías a partir del próximo 23 de marzo.

A propósito del título, Rodríguez destacó que “el cuy, este roedor simpatiquísimo que se conoce como cobayo o conejillo de indias que tenemos la costumbre de criar y comer en Perú, tiene una simbología enorme: fue la principal fuente de proteína en este territorio antes del mestizaje, antes de que llegaran los españoles a esta región, por eso me alegro cuando supermercados pitucos, pijos como decimos nosotros, empezaron a venderlo, por fin el abrazo entre dos culturas que se ven con suspicacia a veces y las más de ellas con violencia, como está ocurriendo con las protestas en el país ahora”.