A los 88 años, murió este sábado el artista cordobés Antonio Seguí, quien dejó para la posteridad las esculturas de la familia urbana, a las que les puso el parche de Belgrano. En el clásico también fue distinguido por Talleres.

Antonio Seguí de acá y de allá, de Córdoba y de París, bohemio y futbolero, fanático de Belgrano y de la pizzería Don Luis, donde tenía su quincho y a cuya fachada le sumó una obra de 12 metros. A los 88 años se fue de gira siendo uno de los artistas más emblemáticos de Córdoba.

Seguí realizó pinturas, esculturas, ilustraciones, murales y libros que recorrieron el mundo en muestras y que le han valido infinidad de premios internacionales. Claro que su escultura más importante fue la saga de la familia urbana, con sus miembros enclavados en las rotondas más importantes de la ciudad desde 1990.

Seguí le puso un “parche” Pirata a esas obras ya que era fanático de Belgrano. Pese. Que residía en París, Francia, se venía al país, de cuando en cuando como ahora. El 7 de febrero pasado estuvo en el clásico y recibió la camiseta 10 del presidente de Belgrano, Luis Artime.

Seguí era fanático y en 2021 recibió su carnet de socio honorario.

También recibió la camiseta de Talleres de manos del titular Andrés Fassi.

Horas después se fue a pizzería Don Luis donde tenía su propio lugar al fondo del tradicional establecimiento. Ahí fue con su familia, cantó un tanguito y abrazó a su amigo Pedro Iudicello, dueño de la pizzería.

Se fue Seguí, uno de los artistas más importantes de nuestra historia. Llora Córdoba.