Seremos testigos de un nuevo fenómeno astronómico mañana 16 de julio, día en el que se producirá el segundo eclipse lunar y el último de 2019.

Tal como lo explica el sitio en español de la NASA, “durante un eclipse lunar, la Tierra impide que la luz del sol llegue hasta la luna. Eso quiere decir que a la noche, la luna llena desaparece por completo, a medida que la sombra de la Tierra la cubre”.

La luna también puede parecer de un color rojizo, debido a que la atmósfera terrestre absorbe los demás colores mientras se dobla algo de luz solar hacia la luna. Los atardeceres obtienen su color rojo y anaranjado debido a la forma en la que la luz del sol se dobla cuando atraviesa la atmósfera y absorbe otros colores.

El eclipse de este 16 de julio será parcial. El episodio será visible en gran parte del planeta: América, Europa, África y partes de Asia.

La luna entrará en la penumbra a las 17 y hasta las 20 estará en contacto con la órbita solar. En Argentina, se podrá ver a partir de las 18,45.

Los espectadores en América del Sur serán los primeros en ver la sombra de la Tierra tocando la superficie de la luna, cuando ésta se levante en el cielo alrededor de la puesta del sol el 16 de julio. En tanto, en Asia y Australia verán la luna en el eclipse mientras se pone alrededor de la salida del sol el 17 de julio.

Lo interesante de este fenómeno es que no requiere usar lentes especiales ni tomar precauciones, ya que se puede ver a simple vista sin generar problemas para la salud.

El año que viene, 2020, sólo se producirán eclipses penumbrales que son más débiles que los eclipses parciales o completos. El próximo eclipse lunar total ocurrirá en mayo de 2021.