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Desde hace años en todo el mundo se conmemora el 30 de marzo como el Día del trastorno bipolar, una condición con la que viven miles de personas, que afecta los mecanismos de regulación del estado de ánimo.

Esta condición se manifiesta a través de episodios depresivos, en los que predomina profunda tristeza, desanimo e infelicidad, alternados con episodios maníacos o hipomaníacos, en los que hay una exaltación del ánimo con euforia, energía excesiva e irritabilidad.

Si bien todas las personas presentan cambios en el estado del ánimo, según determinadas situaciones de la vida o estados personales, para quienes viven con trastorno bipolar, esos cambios en el ánimo producen repercusiones negativas y problemas tanto para ellas como para quienes las rodean.

Al respecto, Jorge Ibáñez, director del Hospital Emilio Vidal Abal, de la localidad de Oliva, señaló: “El trastorno bipolar se comporta como una enfermedad crónica, por ejemplo, diabetes, hipertensión arterial, o cualquier otra, en cuanto a que se caracteriza por la aparición de esos episodios de depresión o euforia en forma recurrente”.

Y destacó la importancia de que en todos los sectores de la comunidad se hable de la salud mental y que, quienes lo necesiten, asistan a los distintos sistemas de salud a consultar y, si es necesario, iniciar un tratamiento terapéutico.

“Los familiares y amigos de una persona con trastorno bipolar son fundamentales, son quienes la conocen y apoyan”subrayó Ibañez.

Además, explicó que no debe hablarse de culpas al momento de la aparición o desarrollo de una afección mental: “La crianza, el ambiente familiar o las dificultades en las relaciones de pareja, no son causas determinantes de una enfermedad. La identidad de la persona es mucho más amplia e importante que su diagnóstico, de hecho, hay muchos aspectos positivos, afectos, valores y atributos que la enfermedad no logra opacar”.

En qué casos consultar

Algunos cambios en el ánimo pueden indicar un problema de salud mental; en el caso del trastorno bipolar, se aconseja realizar una consulta con un profesional ante:

  • Actitudes imprevisibles e incontrolables.
  • Altibajos más extremos que los normales del ánimo y la actividad.
  • Perturbaciones en las actividades habituales.
  • Alteraciones especificas del pensamiento y comportamiento.

Vale destacar que estos cambios pueden comenzar en la adolescencia; la edad promedio de inicio del trastorno bipolar es alrededor de los 20 años.

Además, debe tenerse en cuenta que la mayoría de las personas experimenta el primer episodio antes de los 40 años, siendo menos común que la enfermedad comience después de esa edad.

Dónde consultar

En la provincia de Córdoba, el Hospital Neuropsiquiátrico Provincial es la institución en la ciudad capital referente para abordar problemáticas de Salud Mental.

Así mismo, la Secretaría de Salud Mental cuenta con una red de centros y dispositivos para el abordaje de las afecciones mentales, como los servicios de Salud Mental de hospitales generales, hospitales monovalentes de psiquiatría y psicología, dispositivos comunitarios -hogares de día y casas de medio camino-, centros ambulatorios y espacios que se orientan a la atención de afecciones mentales.

Para acceder a la red de centros de salud, hacer click aquí.

Indicadores a tener en cuenta

En un episodio depresivo bipolar las personas suelen experimentar: sentimientos de infelicidad que no desaparecen; incapacidad para disfrutar o perdida de interés por actividades que le agradan; problemas para dormir, tanto para conciliar el sueño o mantenerlo, también puede haber un aumento de la necesidad de dormir, y pérdida de apetito o comer demasiado.

Asimismo, este episodio puede incluir problemas de concentración a la hora de tomar decisiones, incluso sobre tareas cotidianas; sentir que todo va lento, o sentir mucha agitación y tener la sensación de no poder recobrar la tranquilidad; sentimiento de inutilidad, culpa, baja autoestima; mayor irritabilidad de lo habitual; pérdida de energía y pensamientos negativos.

En cuanto a la fase de exaltación del ánimo -denominada manía e hipomanía-, suelen experimentar: ánimo elevado o eufóricoverborragiaimpulsividadirritabilidad; pensamiento acelerado; conductas de desinhibición; aumento de la libido y/o actividad sexualdisminución de la necesidad de dormirautoestima elevada.

También puede estar caracterizada por aumento de actividades y sentimiento de mucha energía; pérdida de la capacidad de juicio o noción de riesgo; alucinaciones e ideas delirantes.

Vale destacar que una persona afectada por estos cuadros puede llegar a requerir hospitalización, antes de que la intensidad del episodio pueda perjudicarla tanto en la esfera personal, laboral, económica, etc.

Por esta razón, la información y contención que aporta su núcleo familiar y afectivo respecto a estos cambios de ánimo, son fundamentales para el diagnóstico y el inicio de un tratamiento adecuado y oportuno.

Tratamiento

El tratamiento del trastorno bipolar tiene como objetivo lograr una estabilización del estado del ánimo para favorecer una mejor calidad de vida, prevenir recaídas y, si estas ocurrieran, instalar el tratamiento requerido en forma oportuna.

También es muy importante evitar posibles hospitalizaciones prevenir los pensamientos y conductas suicidas.

“El objetivo fundamental del tratamiento es mantener a las personas libres de nuevos episodios, y capaces de desarrollar su vida de acuerdo a todo su potencial”, concluyó Ibáñez.