San Roque es el patrono de los perros, además de todas las mascotas y las enfermedades.

El santo católico se ha convertido en el patrono de los perros y, por extensión, de todas las mascotas. En gran parte de Hispanoamérica, San Roque es recordado como el Día de los Perros antes que recordar la figura del santo.

Desde la Iglesia católica se venera la figura del santo que, además de vincularse con los animales, también es el patrón de los enfermos. El portal católico Santopedia detalla que nació en Montpellier (Francia) a comienzos del siglo XIV “y adquirió fama de santidad peregrinando piadosamente y curando por toda Italia a los afectados por la peste”.

Europa fue víctima de la cruel enfermedad llamada peste negra, la cual dañaba los pulmones, y redujo su población en un 60%. Se calcula que más de 50 millones de personas fallecieron a consecuencia de la peste.

San Roque aprendió nociones de Medicina en su ciudad natal. Durante su peregrinar hacia Roma ayudo con sus conocimientos a los enfermos por la peste negra. En muchos lugares, a los pacientes se les expulsaba de las ciudades y comunidades por el terror que la peste producía.

¿Por qué se relaciona a San Roque con los perros?

Durante su estadía en esa región, contrajo la enfermedad. Las manchas negras vinculadas a la enfermedad comenzaron a aparecer. No quería ser una carga para nadie y, mucho menos, convertirse en propagador más de la peste negra. Según una de las versiones más difundidas de la vida de San Roque y reflejada en la ‘Acta Brevoria’, el santo se “trasladó al bosque para no infectar a los vecinos de Piacenza”.

Cada día recibía la visita de un perro que le llevaba un pan sustraído de la mesa de su amo, “un hombre bien acomodado llamado Gottardo Pallastrelli”. 

Tras ver esta escena repetidamente, decidió un día seguir a su mascota y se adentró en el bosque donde encontró al pobre moribundo”, revela el portal católico.

Pallastrelli se llevó a Roque a su casa y lo ayudó con las curaciones oportunas. Otras versiones populares afirman que fue el mismo perro quien le curó, después de lamerle la herida de su pierna varias veces cuando el santo estaba en el bosque.

Ya recuperado, el santo retornó a los hospitales para acompañar a los enfermos. Además, revelan diversas fuentes, también amplió su atención a los animales que requerían de algún tipo de ayuda.

 

Fuente y foto: el diario AR