Por Sol Castro y Juan Alberto Pereyra. Antes de su show, Pulenta Wi Fi, nos encontramos para conversar sobre los aspectos menos conocidos de su carrera como humorista.

Teatro Zorba se llena de gente de miércoles a domingos a las 22, para verlo actuar en un espectáculo que lo tiene como protagonista, capaz de hacer reír sin parar público, pero también de hacerlo reflexionar, y hasta emocionarse, con algunos temas que atañen a todos, como lo es la resistencia a demostrar las emociones en público. Todo, desde un humor inteligente, que evita caer en lugares comunes.

Así es el cordobés Adrián Gómez, carismático, alegre, con la chispa característica de todo comediante, pero también con esa cuota necesaria de pensamiento pausado y original, que permite brindar al público, algo más que la concatenación de chistes y personajes de propia autoría.

Comenzó su labor como humorista casi por casualidad, en  un radio, cuando faltó uno de los guionistas del programa al que había sido invitado para conocer cómo trabajaban. Ante la ausencia de esa  persona clave, ofreció enseguida algo de lo que había escrito y se lo permitieron decir al aire, tras una prueba. A partir de ese momento, no paró de trabajar en la radio.

Los inicios

Antes de empezar a trabajar como artista, Adrián Gómez vendió productos de limpieza casa por casa, pintó departamentos y también estudió abogacía en la Universidad Nacional de Córdoba. Le faltaron tres materias para recibirse.

“Antes de la radio, también publiqué cosas en algunas revistas, pero en la radio estuvieron mis verdaderos inicios. El humor siempre fue parte de mi vida, pero no como profesión. Después, cuando se fue dando que a la gente le gustaba lo que hacía, empezó a ser un medio de vida. Cuando me contrataron en LV2, pasé a tener un sueldo como humorista y a partir de ahí, tuve una base para hacer shows y otros espectáculos”, recordó.

me criaron dos mujeres, mi mamá y mi abuela, entonces, muchas de las cosas que hoy se hablan, yo las tengo incorporadas desde hace rato. A mí siempre me pareció un estúpido, el tipo que grita cosas a las mujeres

Su mujer como productora de los espectáculos

“Hace 8 años, cuando un productor me dejó plantado, le pedí a Florencia, mi mujer, que por favor me diera una mano. Ella venía de otro palo, era instrumentista quirúrgica, sin embargo por amor, lo hizo, y después se fue convirtiendo en la gran productora que es hoy”, contó Adrián con orgullo.

Es la productora ejecutiva de todos los espectáculos del comediante, cuyo trabajo también ayuda a que todas las noches  lo elijan en el teatro, desde hace años.

“Arrancamos en el 2012, remándola, yo andaba volanteando, invitando gente, pidiendo que vengan a verme, y hoy, un hombre me dijo que yo que le regalé una entrada en aquel momento, y que él ahora paga siempre para verme a sala llena, una gran emoción”.

Tenemos vergüenza del amor

La incapacidad para demostrar emociones, es uno de los temas a partir de los cuales reflexiona en su espectáculo.

Adrián piensa que tanto hombres como mujeres, tenemos temor a mostrarnos vulnerables.

“Es cierto que a los hombres se nos dijo siempre que no lloremos o demostremos tanto, pero a mí me criaron dos mujeres, mi mamá y mi abuela, entonces, muchas de las cosas que hoy se hablan, yo las tengo incorporadas desde hace rato. A mí siempre me pareció un estúpido el tipo que grita cosas a las mujeres. Pero respecto a los sentimientos, creo que tanto a hombres como mujeres nos cuesta expresarlos, por esta falsa fortaleza de espíritu que se inculca”, consideró el humorista.

Del humor a la reflexión sobre la “incapacidad de demostrar el amor”

Una temporada exitosa  a pesar del contexto

Adrián asegura estar viviendo una temporada muy buena con Pulenta Wi Fi, más allá de las dificultades  que la mayoría de los espectáculos teatrales tuvieron por la merma considerable de público, a raíz de la situación económica general.

“Nos está yendo bárbaro, a pesar de que fue un año difícil. Mucha gente me dice que no publique tanto cuando llenamos la sala, por la envidia. Pero yo pienso que lo mejor es agradecer en tiempos complicados”, comentó.

Y añadió: “Agradezco a la gente de Córdoba y sobre todo a la de Carlos Paz, por el boca en boca, que no se puede comprar con nada. Así que gracias por la generosidad”.

Los límites del humor

“Yo creo que el humor, es el humor. Sí hay un mandato social que hoy te dice de esto no te podés reir y de esto sí, pero me parece que en lo personal, yo soy un tipo que trata de hacer un humor que no hiera. No quiero lastimar o incomodar a nadie. Si la sociedad está sensible con algunos temas, pues no los trato”, opinó.

Además,  agregó: “Sí creo que se está avanzando mucho sobre el derecho a la expresión. Si un tipo quiere hacer humor con cosas que no le van a gustar a todo el mundo, si él advierte de la siguiente forma: en este show hacemos humor negro; bueno, entonces, si no te gusta, no lo vayas a ver y punto. Si se hace la advertencia, él tendría que tener la posibilidad de hacerlo, aunque a mucha gente no le guste”.

trato de hacer un humor que no hiera. No quiero lastimar o incomodar a nadie. Si la sociedad está sensible con algunos temas, pues no los trato

Premios

Adrián ganó diversos premios Carlos, Vos y Acorca a lo largo de su carrera. Piensa que si un artista acepta participar de un premio, debe aceptar también  las reglas del juego, que implica saber perder, si no resulta ganador.

“Sino, hacé como hizo Flavio Mendoza o el Negro Álvarez, te bajás del premio y listo. No me gusta esa cosa de que si gano, festejo y sino, puteo. Si por ahí tengo algunas diferencias como me pasó con los premios  de La Voz del Interior, lo converso y listo. Además, es cierto que los premios también son muy subjetivos”, admitió el cómico.

Su postura sobre los límites al humor y la entrega de premios