En la ciudad de Lugo, España, el estridente ruido de la música de madrugada interrumpió el sueño de los vecinos.

Al presumir que se trataba de una fiesta clandestina, dadas las restricciones por la pandemia del coronavirus que rigen en el lugar, los habitantes dieron aviso a la policía.

Al llegar al lugar, los oficiales descubrieron que el lugar estaba vacío aunque, efectivamente, había un equipo de música encendido con una canción a todo volumen.

Las autoridades lograron dar con el dueño del departamento quien les explicó que estaba afuera de la ciudad y que en el lugar solo estaba su gatito que “tiene la costumbre de encender el equipo musical con la pata y mover la rueda del volumen”.

Las autoridades le recomendaron al dueño del animal desenchufar su equipo para la próxima vez que salga de viaje.