La situación que enfrentan los prestadores de servicios educativos y de todo tipo a personas con discapacidad está en un punto sin retorno. La aguda crisis que los afecta lleva a que una institución de más de 50 años como el Instituto Marietté Lydis de Villa Carlos Paz esté literalmente al borde del colapso.

Su presidenta, María Belén Rivero, difundió una Carta Abierta manifestando la durísima situación que atraviesan con la imposibilidad de pagar los sueldos a los agentes que trabajan en la entidad.

“La discapacidad se ha vuelto invisible”

Soy María Belén Rivero, tengo 46 años y soy profesora de arte. Nací y vivo en Villa Carlos Paz, ciudad que amo. Hace poco más de 10 años que trabajo en el Instituto Especial Mariette Lydis y hace un año y medio soy la Presidenta de la Asociación del Instituto de Enseñanza Especializada, asociación civil sin fines de lucro, que administra además del instituto especial, el centro de día Vida Feliz para personas con discapacidad.

Escribo porque ya estoy harta, cansada de la situación que como institución estamos viviendo.

Estoy cansada de estar batallando para tener dinero para sostener los tres edificios que tiene esta asociación.

Estoy cansada de no saber a quién pedirle ayuda, porque nuestra escuela y nuestro centro corren peligro ya que no estamos pudiendo solventar los gastos que tenemos. No tenemos subsidio ni de luz, ni de internet, ni de gas ni eximición del ARCA.

El gobierno provincial subvenciona los sueldos de los docentes, pero el resto de los trabajadores dependen de nosotros como asociación.

Hoy, no hay dinero en la caja para pagarnos el sueldo, y digo pagarnos porque uno de esos sueldos también es el mío. Estoy harta, cansada de un sistema colapsado, un sistema quebrado, donde las obras sociales que son nuestro mayor y casi único ingreso, pagan cuando quieren y una cifra paupérrima porque los responsables de actualizar el nomenclador de las mismas miran para otro lado.

Estoy cansada de golpear puertas. Cansada de salir y poner la voz y el rostro a una problemática que nos atraviesa a unos pocos que somos minoría pero que es una parte, invisibilizada, de la sociedad. La discapacidad se ha vuelto invisible. La discapacidad pierde derechos y a nadie parece importarle.

Estoy cansada de rogar ayuda, de que no haya nadie que entienda la situación en la que estamos, que no alcanza el dinero y que tenemos déficit cada mes de millones de pesos porque nuestros estudiantes no pueden pagar una mínima cuota, casi simbólica. Una cuota que cuesta mucho pagar y cobrar, porque nosotros trabajamos con el sector más vulnerable de la sociedad. Y no dejamos a nadie sin escolaridad. Sin embargo se está haciendo cuesta arriba subsistir.

Me duele en el alma ver el futuro tan negro y el fantasma del cierre que se viene otra vez sobre nosotros. No estamos pudiendo. Cada vez es más difícil. Y a veces, muchas veces, nos sentimos solos en esta lucha. Agradezco las ayudas de la Municipalidad de Villa Carlos Paz y también de la ayuda recibida del gobierno provincial a través del Ministerio de Desarrollo Humano que nos ha subsidiado un proyecto para el centro de día…pero, qué quieren que les diga. Es insuficiente.

Es insuficiente porque simplemente hoy no hay para pagar los sueldos de nuestros empleados, no hay ni siquiera, para cambiar una lamparita. A quién debo pedir ayuda? A quién hay que reclamar? Hemos hecho todo lo posible pero esto no lo solucionamos haciendo polladas, ni bingos ni peñas, esto tiene que tener una solución real, transformadora, que pueda sacar adelante a una de las escuelas más antiguas de la Ciudad y única en su modalidad, la modalidad especial.

Esto se solucionaría con un real compromiso de los gobiernos y entidades de turno, con un aporte significativo por mes, que nos ayude a salir del pozo en que estamos. Como dije, somos una Asociación sin fines de lucro, no cobramos un peso por nuestra labor en la dirigencia de esta institución, nos moviliza la solidaridad, la empatía, el sufrimiento y la necesidad del otro, el otro que en este caso son los niños con discapacidad, las personas con discapacidad.

Si supieran el trabajo diario que se hace en estas instituciones, si supieran con el amor que se trabaja, si supieran lo que en realidad significa el trabajo, dedicación y vocación que se manifiestan entre estas paredes…me duele tanto ver las caritas de mis estudiantes y de los asistentes del centro inocentes de todo lo que estamos viviendo…sin embargo parece no dolerle a nadie más, a nadie, como nos duele a los que estamos acá adentro, luchando..
como me duele a mí, hasta la fibra más honda…hasta romper en llanto como ahora…
por no tener respuesta a tan desgarradora y oscura realidad…

Lic. María Belén Rivero
Presidenta Asociación del Instituto de Enseñanza Especializada de Villa Carlos Paz
Responsable legal Centro de día Vida Feliz
Docente del Instituto Especial Mariette Lydis

 

“Estamos sobreviviendo”: la educación especial en crisis en Carlos Paz