Foto: Google Street View.

El pasado viernes por la mañana, una pareja junto a una niña ingresaron a la óptima Lazzarini de Villa Carlos Paz, ubicada en el Centro Viejo de la ciudad. Como el local estaba con mucha gente en su interior, la pareja robó anteojos sin que nadie se diese cuenta.

Por la tarde, cuando los trabajadores del lugar hicieron control de stock, se percataron que les faltaba dinero. Tras ver las cámaras de seguridad, pudieron conocer cuándo y quienes cometieron el delito en el local comercial.

Sin embargo este hurto fue particular, porque luego, los ladrones pagaron en otra sucursal, por otro objeto similar al sustraído de la óptica horas antes.

El robo se produce en un momento en el que proliferan los hechos de inseguridad en distintos barrios de Carlos Paz, desde los más simples hasta los más complejos y peligrosos.

El testimonio

Nicolás Lazzarini, dueño de la óptica, contó a Carlos Paz Vivo! sobre el hecho: “Tuve una gran afluencia de clientes y en un momento entró una pareja con una niña que tendría tres años. La pareja aprovechó, agarraron anteojos y se lo guardaron, nadie se dio cuenta”.

Y continuó: “Ese mismo día por la tarde realizamos el control de mercadería y nos faltaban justamente los anteojos que se estaba probando la señorita que estaba acompañada de su esposo y de su hija”.

Según el comerciante, el par de anteojos es de primera marca y está valuado en 35 mil pesos.

Luego, Lazzarini contó una particularidad del robo, que sorprendió a todos: ” Venían buscando una mercadería en particular de una marca de primera línea, lo extraño de esto, es que después se dirigieron a la otra sucursal y realizaron la seña de un par de anteojos, y posteriormente, por la noche, los retiraron abonando el saldo”.

Para finalizar, el comerciante señaló: “El padre se aprovechó que la hija le alcanzó el anteojo y ante nuestro descuido, se lo guardó. La madre distrajo a la empleada en ese momento. Sin dudas tenemos que cuidarnos mucho, lamentablemente. Esta situación se viene a diario en temporada. Nosotros tratamos de tomar todas las precauciones, pero estas cosas suceden igual”.

Lazzarini no hizo la denuncia del hecho en la Policía porque posteriormente la pareja pagó por otros lentes y la situación le pareció “muy peculiar”.