“La obesidad se califica como la gran epidemia del siglo XXI”. La frase pertenece a la nutricionista Marisol Salcedo, quien trabaja en el área de Salud Municipa y se mostró preocupada por la creciente cifra de obesidad infantil. La especialista sostuvo que trabajan en los diferentes Centros Infantiles Municipales con el objetivo de realizar los controles pertinentes y continuar elaborando estadísticas para diseñar políticas saludables concretas.

“En los CIM realizamos diferentes valoraciones antropométricas nutricionales para recabar los datos que nos permiten aproximarnos a conocer cuál es la tendencia de estos niños a presentar sobrepeso y obesidad. Los últimos datos obtenidos arrojan que un 15% de los niños tienen tendencia a la obesidad y un 14% al sobrepeso”, destacó.

Salcedo precisó que el 5% de los casos de sobrepeso y obesidad se dan como consecuencia de un síndrome genético u otra enfermedad, pero el 95% restante es multicausal. Es decir, no existe un único factor que lo predispone, sino que intervienen otros factores biológicos, sociales, económicos, culturales y medioambientales.

La especialista en nutrición detalló que desde Salud apuntan a la prevención ya que la obesidad en niños es predisponente a una obesidad en adultos. “Lo importante es poder actuar en edades tempranas. En los niños se muestra una cierta tendencia; no podemos hablar de un diagnóstico absoluto porque para ello se requieren diferentes aspectos clínico además de las mediciones. Pero las cifran van en creciente tendencia, y esto es preocupante por las consecuencias que esto trae tanto a nivel emocional como a nivel físico”, completó.

Algunas de las patologías físicas son la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hepáticas e hipertensión arterial.

“Si hablamos de cifras a nivel nacional y mundial, según la OMS (Organización Mundial de la Salud) 1 de cada 10 niños presenta este tipo de patologías. Estos datos son coincidentes con los obtenidos a nivel local desde la Dirección de Desarrollo Social y Educación”, aseveró.

Concientización en los CIM

La especialista explicó que actualmente el estilo de vida sedentario está predominando en los niños, y a ello se le suma la mala alimentación. Con la constante aparición de elementos lúdicos tecnológicos, las horas de juegos al aire libre fueron reemplazadas por la actividad virtual; y con ello se fue perdiendo la actividad física necesaria para crecer y desarrollarse en armonía.

Por tal motivo, contó que los chicos de los CIM, además de recibir  un desayuno, una colación y el almuerzo, son incitados a practicar actividades físicas.

“Realizamos un menú equilibrado y completo intentando incorporar una gran variedad de alimentos, como frutas y verduras, que por ahí es el grupo de alimentos que menos se consume habitualmente. También tenemos en cuenta los casos personales para adaptarle el menú; e intentamos capacitar al personal docente y las cocineras sobre hábitos saludables”, agregó.

Cantinas saludables

Si bien existe una legislación que establece la venta de alimentos saludables en los kioscos escolares, Salcedo señaló que no  está en plena vigencia en todos los colegios.

Y consideró: “Sería de gran utilidad que, siendo estas cantinas las que proveen los alimentos que van a consumir los niños gran parte del día, puedan ofrecerles alimentos saludables y no tanto lo que venden actualmente, como snacks, jugos azucarados y demás alimentos que no resultan beneficioso. Los controles lo maneja bromatología y salud pero existe legislación a nivel nacional y provincial, pero todavía no está del todo regulado como para que se pueda aplicar y controlar”.