En la noche del martes, el arquero de Argentina, Emiliano “dibu” Martínez, se convirtió en el héroe que necesitaba la selección de fútbol para llegar a la final de la Copa América contra Brasil.

Después de un partido de ida y vuelta 1 a 1, llegaron los penales y sus tres atajadas fueron claves para lograr el triunfo. Intimidó a los ejecutantes antes de cada tiro al arco con frases como “Mirá que te como”, “hacete el boludo, yo te conozco a vos, te estás riendo pero estás nervioso”, “Estás cagado”, y festejó con gestos obscenos ante lo cual Javier Castrilli, ex árbitro argentino, salió al cruce.

El ex-árbitro se apoyó en el reglamento y ratificó que el arquero, figura de la Selección en la definición por penales ante Colombia en la Copa América, debió ser expulsado por sus dichos y gestos contra los rivales.

 

En ESPN ratificó sus dichos manifestando que el arquero no puede hablar ni insultar al rival, aunque sea una práctica cotidiana y que hay que poner límites a las conductas antideportivas.

Recordó haber amonestado a José Luis Chilavert por el mismo motivo en un Vélez-Banfield, quien le dio la razón al árbitro en ese entonces y reflexionó: “Yo lo hubiese expulsado a Martínez. Esto es un juego que tiene sus reglas, lo que pasa es que los argentinos no queremos aceptar las reglas, siempre hay excepciones, se vive en la cultura de la excepción, de omitir las reglas de juego”.

Y agregó: “En este caso es expulsión primero por el insulto y segundo por los gestos obscenos. Todos sabemos que esos gestos tienen una carga simbólica y en el fútbol a la violencia simbólica, como en la Argentina, la hemos naturalizado tanto que hasta la justificamos”.

Respecto de los ademanes del dibu, señaló que se pretende la humillación del derrotado mediante la naturalización del sometimiento sexual. “Todo lo que hizo Martínez es violencia simbólica. A eso hay que ponerle un límite, y me importa un pito que la Argentina me putee” concluyó en el programa televisivo.