En 1996, Daniel Reninson y un grupo de personas se propusieron plantar árboles nativos en la zona de Los Gigantes conocida como Quebrada de los Refugios.
Comenzaron siendo unos pocos y hoy trabajan coordinados por una organización internacional. Gracias a ellos, la vida volvió a una zona recóndita y degradada de las Sierras Grandes.
Comenzaron solos y la financiación al proyecto llegó casi 20 años después.
Hoy las imágenes muestran el éxito del proyecto. Pero no se trata solo de plantar árboles, también hay que proteger y acompañar su crecimiento por varias décadas. Lo que ellos realizan se conoce como restauración ecológica.
En este caso el trabajo se basó en recuperar el bosque perdido a través de la plantación de árboles. El proyecto existe hace 25 años y las tareas continúan. Por muchos años los voluntarios trabajaron solos, donaron su tiempo y dinero para plantar árboles y cuidarlos.
Llegaron a plantar 2000 árboles por año.  Ahora, los voluntarios plantan 350.000 árboles por año.
Hasta el momento, ya han recuperado 1000 hectáreas de bosque nativo en la provincia.
Fuente: El Doce