Este viernes se cumplió la primera semana en la que Sonia, Gabriel, Lautaro, Daniel y Natalia, cinco jóvenes con discapacidades intelectuales, comenzaron a realizar tareas laborales en el Hotel El Cid. Y esto es gracias al proyecto del Albergo Ético que tiene como objetivo central que los chicos desarrollen independencia y autonomía para sus vidas.

Y así lo manifestó Mauro Dagna, creador del proyecto que nació en Italia: “Hace un año atrás estábamos hablando de cómo poder traer el Albergo Ético y hoy es una realidad; por eso para nosotros es una gran emoción. Esto sirve para desarrollar independencia y autonomía en personas con discapacidades intelectuales; por eso es necesario aclarar que no es un proyecto laboral, pero sí genera posibilidades de trabajo porque se aprende a través del trabajo”.

En este sentido, detalló que desde el lunes el hotel El Cid presta las instalaciones en las que los jóvenes están cubriendo los puestos de mantenimiento, recepción, mucama, cocina y comedor.

“Este es el primer paso de un objetivo más grande a futuro, que es tener un hotel propio que pueda ser un hotel escuela, a donde puedan estar más tiempo y con más personas”, agregó.

Por su parte, la impulsora y gestora del proyecto en Carlos Paz, Lucía Torres, destacó que “una de las principales cosas es que tenemos un grupo de Whatsapp donde están todos los chicos y sus padres. Entonces este es un efecto multiplicador porque en ese grupo hay chicos que no están en el hotel todavía, pero sin embargo desde el pasado lunes están vivenciando y preparándose a través de los videos, fotos y explicaciones que vamos mandando en base a la experiencia de los que ya comenzaron el trayecto”.

Además, consideró que  la ventaja de tener un hotel propio en un futuro será la formación de la Academia de la Independencia, que es para que los jóvenes puedan quedarse a dormir en el hotel, y de esta manera puedan ir independizándose aún más de su familia.

“Acá todos aprenden todo, porque la idea es que logren la autonomía en su propia casa, y allí tienen que saber hacer de todo. Tampoco hay terapeutas, porque se los enseña a partir de la realidad que tiene que vivir cualquier persona cuando por primera vez llega a un determinado trabajo con todas las responsabilidades y desafíos que ello conlleva. Por eso trabajamos mucho en cuestiones como la puntualidad, responsabilidad, cómo hablar y relacionarse con la gente y compañeros de trabajo”.