A 25 años de la toma de la Cervecería Córdoba, el Centro vecinal de Barrio Alberdi y Red Pueblo Alberdi organizan el Festival “Pueblo Alberdi resuena”, este jueves 4 de mayo, 18 horas, en Cervecería Córdoba, La Tablada esquina Arturo Orgáz, Alberdi, Córdoba capital.

Acompañarán con su música Dúo Coplanacu, Raly Barrionuevo, Lorena Cuello, Córdoba Canta, Juli Rivarola, Usapuka y Murga Contraflor al Resto.

La conducción del evento estará a cargo de Daniela Fontanet y Andres Yaremczuk. También estarán presentes Ilda Bustos, Daniel Alvarado, Victoria Paez, Jorge Gaiteri, Padre Horacio y gestores del Centro Vecinal Alberdi y Red Pueblo Alberdi.

Festival Pueblo Alberdi Resuena será un encuentro con la energía puesta en la recuperación de la historia, y de los espacios públicos del barrio.

El Festival será la oportunidad para conmemorar la toma de la fábrica y visibilizar el camino que han tenido que transitar los trabajadores y el pueblo para recuperar el predio y la historia del barrio.

Un poco de historia

El pulso del Barrio de Alberdi de Córdoba capital, se rigió durante más de ochenta años por la Cervecería Córdoba. Ese pulso, que hizo del barrio un ícono del trabajo de la capital, se vió abajo cuando en el año 1998, un holding de capitales extranjeros obligó a la empresa a cerrar sus puertas.

Los trabajadores no dudaron en defender la casa que los había cobijado durante décadas, dando comienzo a una memorable página de la historia de las luchas obreras, con una toma que duró 105 días.

“Fueron los obreros de la cervecería y sus familias que resistieron amenazas, coimas disfrazadas de subsidios, frio, persecución, hambre y, órdenes de desalojo violentas. Pero nada los paraba, y así se fueron convirtiendo en la referencia de la lucha contra la desocupación y el hambre que caracterizó a la década del 90, se rodearon de una inmensa solidaridad barrial, del movimiento obrero, de estudiantes, había olor a pueblo”, cuentan desde la organización del evento.

Y continúan: “Paradójicamente, el final llegó un 17 de Agosto (Día del Libertador) de la mano de la represión, la detención y persecución a sus trabajadores, otra característica de los gobiernos de la época, y con él el cierre definitivo de la fuente de trabajo. Se puede decir que fueron vencidos pero no derrotados, dando inicio a otra etapa en la lucha: esa extraordinaria experiencia fue encontrando nuevas formas de organización y perseverancia en defensa de esa historia, de la memoria, de la identidad, y también de la significancia de ese emblemático edificio, y su entorno social: Barrio Alberdi”.

Una promesa incumplida

Luego de aquellos convulsionados días, una constructora se hizo cargo del predio prometiendo un complejo edilicio que al día de hoy continúa sin terminar. Una sola torre de departamentos terminada a medias y el resto solo pilotes. La chimenea original de la cervecería (todo un símbolo para el barrio), fue reemplazada por una de cemento que poco tiene de la original.
El derribo de ésta unió nuevamente a aquellos trabajadores que aguantaron en la toma. Y de esta segunda vuelta, renació el espíritu de la reconstrucción de quienes siguen trabajando por recuperar historia y planear a futuro proyectos que incluyan a toda la comunidad.

Estos proyectos, que engloban una serie de iniciativas, se han afirmado en diferentes acciones reflejadas en la realidad: La recuperación del teatro La Piojera, la Plaza Elvira Ceballos, la organización de los carnavales populares de Alberdi, la creación de las Ferias, el Pasaje Aguaducho, el Museo de la Cervecería que está comenzando a gestarse, y varias iniciativas más.

Todas estas actividades se suman a lo que hoy es el punto más importante de las acciones colectivas: la recuperación del predio de la cervecería, un ícono indiscutible e indispensable para cerrar el círculo patrimonial e histórico que merece uno de los barrios con más historia del país.

La cervecería de Aberdi en sus comienzos.

Breve historia de la Cervecería

En 1917, la familia Meyer funda junto a Marín Agst, la Fábrica de Cervezas Córdoba sobre las márgenes del río Suquía, símbolo de la industrialización, el progreso y la modernidad. Años después, en 1923, se incorpora Fermín Flores constituyéndose como Sociedad Anónima.

Hacia 1931, el consorcio Consorcio Cervecero Unión, dirigido por Otto Bember de Cerveceria Quilmes adquiere la Cervecería Córdoba y pasa a tener control casi total en el mercado cervecero nacional.

La empresa pasó por diferentes manos, según el devenir de la historia argentina, acumulaba, a través de los manejos financieros, una deuda que para los años ochenta se comparada con dos años de facturación.

La crisis económica de la época, los bajos niveles de producción y la poca reinvención, derivaron en la venta a un grupo nacional propietario de medio centenar de empresas de diversos rubros.

Con el impulso de la llegada de la democracia, la empresa tuvo un pico de producción entre 1983 y 1987, quintuplicando su producción y lanzando al mercado un nuevo producto: la cerveza negra.

Una nueva crisis económica puso a la cervecería nuevamente en los niveles más bajos de producción y llegó la flexibilización laboral y los despidos. Para 1998, el holding chileno CCU-Lucsikla adquirió y comenzó con el desmantelamiento y el cierre definitivo de la cervecería.