Temporada 2021, un mar de incertidumbre

Por Flavio Albarracín. La temporada de verano está signada por la incertidumbre, las indefiniciones y la falta de parámetros sobre qué y cómo funcionará la ejecución de actividades, controles y prestaciones de diversos servicios en la práctica.

Las consultas para alquiler de casas y departamentos se han incrementado en comparación con la misma época del año pasado.

Se puede apreciar que la mayoría de los requerimientos apuntan a acceder a casas con un mínimo dos a tres habitaciones, uno o dos baños, parrilla-quincho, pileta y en lo posible con extensión de verde para poder disfrutar del aire libre.

También hay muchas consultas por las restantes tipologías de viviendas y unidades (departamentos, dúplex, cabañas y demás). No sólo se verifica que crecieron las consultas sino que también las estadías, porque algunos consultan para alquilar hasta por temporada, y la mayoría por mes o quincena.

No obstante, muchos propietarios y colegas de diversas zonas turísticas de Córdoba con los que uno se relaciona profesionalmente diariamente, expresan que no están tomando reservas en su gran mayoría por la falta de claridad y las potenciales contingencias.

Por otro lado, se evidencia que los valores se regirán por la ley de oferta y demanda, y se verifica precios por semana o quincena dispares entre lo que pretenden propietarios. Muchos de ellos, apuntan a buscar asegurar la temporada luego de un año difícil, pensando en establecer precios razonables que representen un adecuado equilibrio y más sabiendo que ya otras plazas geográficas como Mar del Plata han picado en punta y ya cuentan con protocolos y reglas claras de juego.

Los propietarios en su gran mayoría expresan que desean “respetar un protocolo” pero éste no llega con las precisiones necesarias y aplicables a ciertos sectores del rubro alojamiento. Y expresan: “Si dice que la casa la ocuparán 4 personas, serán 4. Tampoco es que van a pasar las fiestas o las vacaciones 20 personas o que podrán hacer reuniones para 20, esa práctica se acabo”.

Algunos señalan que han recibido muchas pero muchas consultas pero no pueden dar ninguna respuesta porque no saben qué va a pasar.

El propietario no sabe qué va a pasar, qué se permitirá hacer o no, no solamente faltan valores, sino certezas sobre lo que funcionará o no. El carlospacense está algo asustado y con incertidumbre, situación que de no definirse con precisión y de no abordarse seriamente dará lugar a un verdadero Laissez faire et laissez passer.

Aún sin certezas, pero imaginando todo tipo de protocolos y cuidados, muchos observan procedimientos establecidos en otras plazas turísticas e imaginan opciones y posibles contingencias sin respuesta oficial hasta el momento.

Esta situación hace aún más relevante la intervención de profesionales corredores inmobiliarios que permitan plasmar la realidad y dificultad en instrumentos que protejan los intereses ya sea en la toma de reservas o een la firma de contratos de alquiler temporario, como incluso posibles cláusula de reintegro, o en el caso de que se vuelva a una cuarentena estricta o peor aún que algún miembro de la familia dé positivo de COVID durante la estadía.

Los protocolos deberían prever entre otras cosas:

– que las unidades deberían permanecer libres durante X horas entre un alquiler y el siguiente para poder desinfectar.

– El plazo mínimo de alquiler.

– Desinfección con o sin Vapor.

– La necesidad o no de hacer un hisopado en distintos puntos de las unidades para asegurarse de que no haya rastros de sars-cov-2,

– ante a un caso positivo de Covid-19 o sospechoso de serlo, como debería procederse con esa persona y su grupo familiar. Si deben regresar a su lugar de origen, si su estado de salud lo permite o si deben quedarse, y este es uno de los puntos que más preocupación trae a los viajeros y propietarios.

Incluso los propietarios debieran prever que los inquilinos sepan que, si hay una decisión del Gobierno de volver a un confinamiento, tendran que devolver lo que nos pagaron y hacer uso cuando no exista restricción.

Además, si alguno se contagia mientras está en Carlos Paz y debe cumplir cuarentena, deberá quedar en claro cómo se resolvería esa situación tanto para el inquilino como para su familia y qué opción se le ofrecerá al inquilino que llega después, dependiendo de lo que establezca el Gobierno en sus protocolos, los que debieran encontrarse estandarizados.

Si se llegara a volver a fase 1, incluso, se podría ofrecer que el dinero pagado quede a cuenta para más adelante. En algunos casos, se podría devolver lo abonado.

También hay indefiniciones respecto de vuelos aptos para turistas, registro en aplicación Cuidar Verano, viajes en ruta, hisopados, requisitos y controles en el acceso a la ciudad y cuarentenas, y sin un criterio unificado resulta difícil competir con otras plazas turísticas.

El Gobierno ha dispuesto que la aplicación CUIDAR contendrá el período de tiempo, lugar de alojamiento y con quiénes viajan, para poder determinar el flujo de turistas en cada destino, lo que indicaron serviría para ver los eventuales riesgos sanitarios y el seguimiento en el caso de que haya contagios, pero si no se toman reservas difícilmente se pueda prever algo y será a la buena de DIOS.

No va a ser un verano fácil con tanta incertidumbre. Todavía falta definir muchos protocolos, que estén por escrito más allá de lo que se habla extraoficialmente.

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