La actriz Viviana Saccone está de gira con la obra Divino Divorcio, en la que coprotagoniza con Rodolfo Ranni una comedia en la que se habla de las cosas que suceden cuando una pareja se separa. La obra se pone en escena todos los lunes en el teatro Zorba de Carlos Paz y en distintos puntos de las sierras y en el teatro Real, de la ciudad de Córdoba.

En diálogo con Carlos Paz Vivo!, Saccone asegura que la obra muestra lo que les sucede a las parejas cuando se ven incapacitadas de soltar lo que ya no existe, lo que se esfumó con el tiempo, la convivencia y el desamor.

-El significado de divorcio es disolución legal de un matrimonio, ¿puede ser divino un divorcio o siempre hay conflico?

-Creo que muchas veces hay conflicto, hablando en líneas generales, porque estamos incapacitados de soltar lo que ya no es, y que sea de un manera felices y agradecidos. Necesitamos del conflicto, necesitamos odiar al otro, ver las peores cosas, sacar todo lo peor de nosotros para poder cortar con eso y todo esto duele, aunque no nos duela que termine esa relación pero nos duele el fracaso en sí y que la relación no haya funcionado. Creo que es muy difícil pero no creo que sea imposible de todos modos. Hay gente que lo ha logrado y yo los admiro profundamente y ojalá todos pudiéramos hacerlo.

-¿Qué diferencias crees que hay en cómo es vivenciado un divorcio en un hombre y como lo vivencia una mujer una mujer?

-La obra tiene una mirada un poco conservadora y hasta patriarcal con respecto a algunos funcionamientos en la pareja, abordado desde el humor, por supuesto. Yo creo que la mujer cuando se divorcia, si es su decisión, es mucho más analizada y por ahí a los hombres les cuesta más llegar a eso. Lo digo arriesgando una hipótesis.

-¿Qué hubieras sido si no te hubieras convertido en actriz?

-De todo, creo que soy actriz por que resume un poco todas las profesiones. En distintas épocas de mi vida he querido ser distintas cosas. Hoy por hoy me doy cuenta que me fascina y lo hago hasta por hobbies es ver casas, refaccionar, entonces digo yo hubiese sido una buena martillera pública, me podría haber dedicado a los bienes raíces, es algo que me gusta y me entretiene mucho.

-¿Cómo era Viviana a los 30?

-Una edad clave, todavía respondía mucho a “condicionamientos”, todavía respondía mucho al “deber ser”.

-¿Y a los 40?

-A los 40 realmente se empezó a encontrar, en profundidad. Por lo menos empezó a salir a la luz todo lo que vino trabajando, viendo, germinando y naciendo en ella y desde mucho antes porque estas cosas son procesos de mucho tiempo. Yo creo que mis 40 fue la etapa clave en donde pateé el tablero y empecé a animarme a ser lo que realmente deseaba de mí.

-¿Y actualmente?

-Yo creo que esta es mi mejor versión y espero que siga evolucionando.

-¿Cuál es la parte con la que mejor te llevas de vos y con cuál no?

-Cuando una emoción me hace mal y me nubla, cuando algo me duele mucho me anulo y no puedo reaccionar. Lo que más me gusta es que tengo buen humor le pongo onda a casi todo, pero más allá de eso soy del : Vamos! Vamos! Sí podemos! Salgamos adelante! Avancemos. No me quedo, soy de pelearla y ponerle optimismo y siento que eso me hace avanzar todo el tiempo.

Foto: Gentileza La Voz.

-¿Te gusta la política, te interesa?

-Cada vez me interesa más o mejor dicho, la entiendo más pero me gusta menos. No veo un panorama que me estimule a algo participativo desde lo partidario, cuando hablo de política de esta forma lo digo desde lo partidario, porque todo pasa a ser política cuando interviene la acción de uno y es inevitablemente que se convierta en algo político. Desde lo partidario no veo cosas demasiado limpias y no participaría desde ese lugar, me parece que la manera de aportar es lo que uno hace de su vida y el aporte cultural, social y con nuestro granito de arena, desde ese lugar lo digo, pero partidaria no.

-¿Con qué se encuentra el público en la obra?

-Con una obra para reírse de sí mismos, con mucha ironía, con los pensamientos de todos en algún momento. Con esas cosas a las que les tememos, de las que no hablamos, de las que sí hablamos, por las que nos peleamos las parejas. Todo eso está en la obra plasmado con mucho sentido del humor y sobre todo esta hecha para reírnos de nosotros mismos.

 

Dónde ver la obra

Lunes, a las 22, en Holiday 2 de Carlos Paz. Entradas $ 950 en boleterías y en ventas.autoentrada.com. Jueves, en La Falda; sábados, en Santa Rosa de Calamuchita. Viernes, en teatro Real, de Córdoba.