Venezuela ganó un asiento en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, luego de una votación que el gobierno de Nicolás Maduro tomó como una “victoria histórica” y la oposición como una “patada a las tumbas de los asesinados” por las autoridades chavistas.

La candidatura de Venezuela se impuso con la fuerza de 105 votos a la de Costa Rica en la puja de la Asamblea General de la ONU, pese a la ofensiva diplomática lanzada por Estados Unidos y algunos países de América latina y Europa contra la postulación que finalmente se impuso.

Costa Rica había presentado candidatura para representar a los países que pretendían cerrar el paso a la llegada de un representante del gobierno de Maduro, quien no es reconocido como presidente por medio de centenar de países.

La otra plaza disponible en el Consejo para países de América latina y el Caribe quedó en manos de Brasil, que consiguió el aval de 153 votos.

Venezuela sustituirá el próximo 1 de enero a Cuba, que termina su mandato.

Varios gobiernos y organismos internacionales habían expresado públicamente su oposición a la candidatura de Venezuela.

En junio pasado, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, la ex presidenta chilena Michelle Bachelet, había publicado un durísimo informe en el que detalló cientos de casos de ejecuciones extrajudiciales, torturas, persecuciones y malos tratos a los opositores del gobierno de Maduro.

Bachelet consideró que las autoridades venezolanas y sus instituciones pusieron en marcha “una estrategia orientada a neutralizar, reprimir y criminalizar a la oposición política y a quienes critican al Gobierno”.

El resultado de la votación contrastó con la opinión que hizo pública la semana pasada el director para Naciones Unidas de Human Rights Watch (HRW), Louis Charbonneau. “Venezuela no pinta nada en el Consejo de Derechos Humanos”, arriesgó.

También Brasil, Chile y Estados Unidos llamaron sin éxito a frenar la candidatura venezolana.

“Sólo nos cabe señalar que sería un desprestigio para la ONU y para el mundo entero que Venezuela pudiera integrar el Consejo de Derechos Humanos”, declaró ayer el canciller chileno Teodoro Ribera.

En total, este jueves se cubrieron 14 vacantes en el Consejo de DD.HH. en unas elecciones a las que un buen número de aspirantes llegaban sin oposición dentro de sus grupos regionales: además de Venezuela y Brasil, fueron elegidos Libia, Mauritania, Sudán, Namibia, Indonesia, Japón, Islas Marshall, Corea del Sur, Armenia, Polonia, Alemania y Países Bajos.