Dos hermanas y un adolescente emigraron de su casa en julio de 2022 para intentar vivir en la naturaleza, pero no tenían experiencia ni conocimientos de supervivencia. Un año después, todos fueron encontrados muertos.

A mediados de julio de eset año, autoridades estadounidenses informaron que tres cuerpos en estado de descomposición y casi momificados habían sido encontrados en las Montañas Rocosas de Colorado.

El hallazgo ocurrió luego de que un excursionista que caminaba por el Bosque Nacional Gunnison se encontrara con un cuerpo en avanzado estado de descomposición. Al día siguiente, cuando los investigadores acudieron a la zona, encontraron dos cuerpos más dentro de una carpa.

En un principio, se presumía que existía algún tipo de vínculo entre las tres personas que habían estado acampando por un buen tiempo. El problema es que era difícil identificarlos: estaban parcialmente momificados. Es probable que las muertes hayan sucedido en el invierno y que los cuerpos pasaron bajo la nieve toda la temporada, explicaron las autoridades.

“Es raro que mueran personas en el área”, dijo Adam Murdie, alguacil del condado de Gunnison y agregó: “Es totalmente poco común”.

A pesar de la complejidad del caso, los exámenes forenses pudieron establecer las identidades de los fallecidos y los resultados se dieron a conocer esta semana.

Se trata de Christine Vance (41), Rebecca Vance (42) y su hijo adolescente de 14 años, quienes en julio de 2022 habían decidido “vivir desconectados por todos los riesgos y problemas que tenía el mundo”. 

El nuevo proyecto de vida que los alejaba del mundo los llevó a instalarse en un campamento remoto en las Montañas Rocosas.

Esa decisión de desconexión total y comenzar una nueva etapa en la naturaleza terminó siendo mortal para esta familia. Un año después de haber llegado, las hermanas Vance y el adolescente fueron hallados muertos.

La familia que falleció en la montaña tras intentar vivir en la naturaleza

Trevala Jara, hermanastra de Christine y Rebecca Vance, dijo a The Washington Post que durante los últimos años Rebecca había sentido una profunda decepción y preocupación por lo que estaba ocurriendo en el mundo. Ese sentimiento se vio aún más intensificado tras la llegada de la pandemia.

“El miedo la abrumó, definitivamente (..) Sentí un cambio en ella”, remarcó Trevala.

En el verano estadounidense de 2022, Rebecca habló con su familia sobre cuánto deseaba dejar Colorado Springs, la ciudad en que vivían hasta ese momento. Creía que lo mejor era alejarse de una vez por todas de los peligros de vivir en sociedad y aseguraba que, en realidad, esa era la mejor forma de proteger a su familia.

“A ella no le gustaba cómo iba el mundo, y pensó que sería mejor si ella, su hijo y Christine estuvieran solos, lejos de todos”, aseguró Trevala.

De esta manera, Rebecca se fue a vivir junto a su hijo en medio de la naturaleza de forma permanente. Su familia quedó profundamente preocupada tras escuchar la decisión. Intentaron detener el plan, pero no fue posible.

Al principio, Christine no estaba tan segura de ir con su hermana y su sobrino. Solo cambió de opinión después de pensar que si ella se unía, sus familiares tendrían más posibilidades de seguir vivos. “Ella no quería que estuvieran solos”, contó Trevala.

 

hristine, Rebecca, el adolescente y sus familiares, días antes de que fueran a vivir a la naturaleza.

Sin experiencia previa

Ninguna de las víctimas tenía algún tipo de conocimiento o experiencia anterior sobre cómo se podía sobrevivir en la naturaleza, especialmente cuando las condiciones no acompañan para hacer esa travesía.

Por más que intentó ayudar para que no se llevara a cabo dicha aventura tan arriesgada, nada parecía funcionar. Las hermanas Vance le dijeron a Trevala que habían visto videos en Youtube e investigado en internet sobre lo que  se necesitaba para vivir “fuera de red”. Sentían que ese conocimiento era suficiente.

Cuando les preguntaron a dónde se instalarían, ninguno de ellos lo contó. Trevala recuerda que solo le mencionaron que se irían afuera y que era probable que se trasladaran más allá del estado de Colorado. Luego, Christine se limitó a decirle que en caso de que ocurriera algún problema durante la experiencia en la naturaleza, le avisaría.

Se cree que Christine, Rebecca y el adolescente se trasladaron en auto hasta un estacionamiento cercano al parque. Después de haber caminado por el sendero, se habrían instalado donde fue encontrado su campamento un año después.

Los investigadores creen que las víctimas intentaron quedarse en esa zona durante el invierno, pero no lo lograron. La principal hipótesis es que hayan muerto mientras se refugiaban dentro de la carpa en algún momento de la estación, debido a la dificultad que implica vivir a bajas temperaturas, sin experiencia ni los elementos necesarios.

Cuando los funcionarios acudieran al lugar, se encontraron con que la familia pasó sus días con comida en latas, libros de supervivencia y un área de baños improvisada, muy cerca de donde dormían.

“Tenían mucha literatura con ellos sobre supervivencia al aire libre y búsqueda de alimento y cosas por el estilo. Pero parecía que se abastecían en una tienda de comestibles”, dijo Michael Barnes, forense del condado de Gunnison.

La única comida que aún quedaba en el campamento era un paquete de ramen. Además, habrían estado construyendo un refugio, probablemente para refugiarse del frío, pero este no fue terminado.

Los cuerpos evidenciaban claros signos de desnutrición y estaban demacrados, dijeron las autoridades. Todavía no se ha identificado ni dado a conocer la causa de muerte de los tres, pero puede haber influido en ello el hambre, las bajas temperaturas o el monóxido de carbono luego de haber hecho fuego.

Para Trevala, con esto queda claro que simplemente huir para vivir fuera de la sociedad no es la mejor opción.

“Sé que este mundo da miedo (..) Pero no dejes que ese miedo, esa duda, todo eso se haga cargo”, finalizó.

 

Fuente y foto: La Tercera