PhoTortul 1644
“Tres Pautasso”
Costa Azul norte – V. C. Paz
Noviembre de 2019

En la continuidad de entrevistas para conocer y divulgar más acerca de la historia de las Escuelas Parroquiales, legado de Don Carlos Santarrosa, nos encontramos con este singular triunvirato:  Los Pautasso.
#AltroQue

No lo voy a disfrazar de casualidad ni nada de eso: está ‘armadazo’ el Encuentro. Es el primero que hacemos fuera del edificio escolar Jesuita de Barrio La Quinta, para lo cual nos fuimos pa’l norte, a la morada de una de Ellas, lo que nos deparó, además de excelentes relatos, otras cosas por demás interesantes, de esas de ‘comer y beber’ que tanto nos gusta a los descendientes de italianos.

Pero vamos a lo importante, a la historia.

Los hermanos Pautasso tienen en común, amén de su raíz familiar, con orígenes santafecinos como tantos acá, que los tres han sido educadores. También tienen en común que los tres han acumulado años y años entre las paredes del enclave jesuita, a punto tal que una de las aulas lleva el nombre de su Abuelo Bartolomé Antola y que la madre de ellos, Nidia Beatriz Antola, era la secretaria, elegida, por supuesto, por el mismísimo Cura Santarrosa.

¿Por dónde arranco?!?

Primero las damas. Soy antiguo en eso.

Jorgelina es la anfitriona, educadora de alma, primera Promo como alumna del glorioso Bernardo, esa barra itinerante que deambuló por el edificio precario frente a la Panadería Aure, por el Hotel Yolanda de los Bezzecchi, luego por la quebrada de la Aerosilla (donde ahora están el IRESM y el IICO), hasta llegar a su sede definitiva en este convento en La Quinta del Niño Dios y que es hoy una joya de nuestra arquitectura.

En su rol de docente, divide sus amores entre la parroquial y la escuelita pública de los altos de Carlos Paz Sierras, calle Roma al fondo: la Bernardino Rivadavia; donde ademas de ser Directora, gestionó (hasta el cansancio) la Sala Multiuso (salita PAICOR en tiempos Angelozos) que aún hoy funciona frente a la escuela, cruzando la calle.

Pero volvemos al Margarita Avanzato de Paz, y a mil anécdotas que por suerte pudimos grabar con la periodista Valeria Flesia, como el enigma de los guardapolvos marrones y rosados…que serán motivos del libro de los sesenta años de la Institución.

-Santarrosa era casi parte de nuestra Familia, y nos visitó en casa hasta sus últimos viajes desde Europa. Era un emprendedor nato…aunque debo decir que chocábamos bastante, nos confiesa Jorgelina y le pasa la posta a su hermanita menor: Gabriela.

La benjamina de los Pautasso es casi una Hermana/Hija de Jorgelina, por la diferencia de edad…y por la ausencia temprana en su vida de Papá Pautasso.

-Toda la Escuela Parroquial me mimaba en ese sentido; suelta orgullosa la teacher Gaby, por suerte hablando en español.

Excelente alumna, de una promo famosa en los 80s. por los singulares personajes que incluía, que escapan a este posteo, y que, debo decirlo, competían en varios rubros con la promo mía en el IES (s) de aquellos años: en belleza competían las chicas…en fútbol y facha los varones. Por así decirlo.

Gaby, con su glamour intacto, recuerda detalles de los uniformes…los originales guardapolvos: el ‘horrible Marrón’ (pero querible al fin) ya mencionado de la primaria…y el ‘extraño Rosa Chicle’ de La Secu.

También rescata la importancia, para la niña que fue, del ‘distintivo’ que decía ‘IN HOC SIGNO VINCES’…creación también de Carlos Santarrosa.

Gaby evolucionó hacia la educación de idiomas y es una experta en la lengua de “Yaquespeare” (o algo así), cosa que comprobé durante muchísimos años en mis labores fílmicas en su querido Hartford Institute, junto a las hermanitas Parra.

Y me queda él…para el final.

El Roti Pautasso.

Casi un doble de riesgo de Nick Nolte. Con su facha intacta, su memoria villera, su humor vigente y porqué no decirlo, un par que achaques de salud que traen los años y que sobrelleva con su practicidad nata.

Puedo escribir muchísimo de este Personaje de la Villa, tanto que lo dejo para un posteo próximo…sin las chicas…sin sus hermanitas, así puedo contar ‘Cosas de Hombres’…como cuando me mostró La Trompa del Elefante. Piensen lo que quieran.
Roti fue alumno pero también fue maestro de grado…y celador de secundario, de adolescentes Carlospazonzos a los que apenas llevaba un par de añitos de edad. Había que poner disciplina con ese detalle a cuestas.

Las escenas típicas de film de Fellini de robarle ostias (no cosagradas aún) y catar el vinito mistela de misa al cura…no pueden ni deben ser contadas aquí.

EL Roti con Carlos Santarrosa compartió todo, hasta el difícil momento del sacerdote más recordado de esta Villa…el de tener que dejar los hábitos por no acordar con el difícil tema del celibato.

-Lo vi luego en Italia, lo vi pelearla allá, en las malas vendiendo electrodomésticos casa por casa y luego en las buenas, al casarse y tener sus 2 hijas; me cuenta Roti, con quien tuve el gusto de viajar a Desenzano Di Garda y conocer esa embajada de la Villa a orillas de ese lago que era morada familiar de los Santarrosa.

La foto de los tres Pautasso ya es parte de mi blog, de mi álbum, y del álbum del Bernardo rumbo a los 60 años…y se cierra un círculo con la foto histórica de la Mamá de Ellos, al lado del joven Cura Santarrosa (y el niño Roti asomándose)…en los albores de la Institución.

Nada más por hoy.

Y lo digo porque estamos entre argento-italianos y el marido de Jorgelina, Ricardo Rosa, acaba de aparecer en cuadro de mi cámara…birra helada en mano.

-Gustan una cervecita?!?

#Ecolecua

Los tres hermanitos Pautasso, parte de la historia de las Escuelas Parroquiales.

#EscuelasParroquiales

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#PersonajesDeLaVilla