Un equipo de 300 personas rastrilló el lago escocés trabajando en 17 zonas distintas desde el fin de semana.
Desde hace décadas, uno de los mayores enigmas que trata de esclarecer el ser humano es la existencia de una criatura sobre la que se ha hablado y escrito mucho: el monstruo del Lago Ness, habitante de las tierras altas de Escocia. 

National Geographic informó que acaba de ponerse fin a una enorme investigación sobre la existencia de esta enigmática criatura, y detalló que fueron registrados unos “sonidos extraños” captados por unos micrófonos, mientras el material recolectado sigue en revisión.

Uno de los mayores problemas por el cual aún no se haya dado con material que demuestre la existencia del monstruo es la enorme extensión por la que se movería. Los 39 kilómetros de longitud y unos 240 metros de profundidad permitirían al animal campar a sus anchas y hacer que sea muy complicada su visibilidad.

La historia se remonta a varios siglos atrás y uno de los primeros testimonios fue el de un monje irlandés que, en el año 564 d.C., describió el supuesto ataque del animal. Desde entonces, el Centro del Lago Ness informa de más de mil avistamientos y declaraciones.

El pasado fin de semana, miembros del Centro del Lago Ness y un equipo de investigación voluntario del Loch Ness Exploration que conformaron cerca de 300 personas, llevaron a cabo la enorme tarea de recorrer el lago en diversas embarcaciones. Para esta acción utilizaron drones que llevaban cámaras infrarrojas y micrófonos capaces de detectar sonidos bajo la profundidad del mar.

National Geographic reportó que el dispositivo organizado en esta ocasión es “el mayor que se ha preparado en los últimos 50 años. En 1969 se utilizó un sumergible de pequeño tamaño, que ciertamente no es la mejor manera de aproximarse a una criatura esquiva. Unos años después, en 1987, se realizó la última gran búsqueda con 24 barcos equipados son sonar que recorrieron toda la superficie del lago sin encontrar a la misteriosa criatura”.

Las tareas se llevaron a cabo a lo largo de 17 zonas, en las que no faltaron los curiosos que se acercaron al Lago Ness para conocer de primera mano todos los detalles de cómo se llevaba a cabo el proyecto. El líder de la expedición, Alan McKenna, aunque indicó que no se habían hallado pruebas concluyentes, sí hizo público que algunos de los micrófonos habían detectado “sonidos extraños”.

Fuente y foto: La Nación