El empate 1-1 del Millonario en Barranquilla, con gol sobre el final de Paulo Díaz, terminó siendo anecdótico porque lo más relevante de la jornada fue la interrupción del partido por los incidentes que se producían en los alrededores del estadio y la tensión que esto provocó dentro de la cancha.

“Se jugó en una situación muy incómoda. Con gases y estruendo en el partido. Dentro de esa situación incómoda no podemos mirar para otro lado”, remarcó Marcelo Gallardo en las conferencia luego del encuentro, haciendo referencia al ruido y consecuencias de la represión policial a los manifestantes en Colombia.