El hijo menor de edad de Diego Toscano, sufrió una quebradura en una pierna. Lo trasladó desde Flor Serrana al Dispensario de Tanti, pero no quisieron atenderlo. Luego concurrió al cuartel de Bomberos y tampoco lo ayudaron. Pidió a la Policía que le abriera camino para llevarlo de urgencia a Córdoba y no encontró apoyo. Denuncia abandono de persona

Pancho, el hijo de 14 años de Diego Toscano, estaba el viernes 8 de enero cerca de las 19.30 jugando al fútbol con unos amigos, cuando sufrió un accidente.

La familia vive en Flor Serrana, y decidió trasladarlo al adolescente hasta el Dispensario de Tanti con su vehículo. Según contó el papá, a los 8 años a Pancho se le despertó un tumor en la pierna derecha, que lo llevó a “una infinidad” de cirugías y quedó “comprometida”.

En el relató Diego, comentó que la pierna que se había golpeado en esta oportunidad, era la misma que sufrió tantas intervenciones años atrás.

“Estuve trabajando en salud en una empresa de ambulancia por mucho tiempo y estando a 4 kilómetros de Tanti, pensando en la atención de mi hijo, agarre dos cerámicos para inmovilizarle la pierna y lo puse arriba de un tablón”, detalló.

Y siguió contando que lo subió a la cabina de su camioneta para trasladarlo al Dispensario de Tanti, y recibiera la atención médica necesaria.

“La médica del Dispensario nos pidió paciencia y tolerancia, porque no había chofer de la ambulancia y no lo podía asistir. Mi hijo mientras tanto estaba gritando en la camioneta del dolor”, relató.

Contó que la profesional le dijo que no podía subirse a la camioneta ni bajarlo hasta que no llegará el chofer. “Me dijo que además tenía que pedir autorización para trasladarlo y que al Funes no lo iban a poder llevar porque tenía obra social, que no podía hacer nada. Fue entonces que decidí llevármelo a otro lugar”.

Un vecino que los acompañó le aconsejó que pasaran por el cuartel de Bomberos Voluntarios, para ver si hay podían encontrar una primera asistencia médica.

“Estaba desesperado porque quería que lo inmovilizarán para poder trasladarlo. Cuando llegué ya estaba mi vecino hablando con los Bomberos, que le decían que no podían hacer nada. Al ver la negativa, decidí hacer 54 kilómetros hasta el Allende de Córdoba”, comentó.

Viaje interminable

Pablo emprendió viaje con su hijo muy dolorido en la cabina de la camioneta, y cuando pasó por un control policial, que estaba a metros del Empalme a Tanti, pidió contención a los uniformados para que le abrieran camino, porque la ruta 38 a esa hora, estaba totalmente congestionada.

“Nunca hicieron nada, y decidí seguir. Comencé a descender contramano porque no se podía transitar. Ese día además llovía, y tenía miedo que agarre frio”, contó.

Finalmente llegó cerca de las 21 al sanatorio Allende y el sábado lo tuvieron que operar. Indicó que le colocaron un clavo de 35 centímetros, porque tenía quebradura de tibia y peroné.

Actitud oficial

El papá de Pancho, manifestó que días después lo citó el intendente de Tanti, Luis Azar, y “asumió la responsabilidad y reconoció la falancia”.

Dijo que en ese momento se sintió “totalmente abandonado por todos, no tuve la asistencia de nadie”.

Y expresó que seguramente va a accionar judicialmente.