El torneo continental más viejo del mundo debe comenzar el 13 de junio en Buenos Aires y finalizar en Barranquilla el 10 de julio. Sin embargo, la actual situación epidemiológica de toda Sudamérica logró que las declaraciones de los mandatarios y responsables de la organización vayan en diferentes direcciones, guiados por distintos intereses.

“No quiero frustrar el espectáculo de la Copa América, pero quiero que seamos sensatos, muy cuidadosos. Tenemos un tiempo por delante como para ver cómo evolucionan las cosas”, manifestó el presidente Alberto Fernández en declaraciones a Radio 10 y fue motivo de distintas declaraciones a lo largo y ancho del Cono Sur, ligados o no al fútbol.

“El análisis que hace el presidente de Argentina es un análisis sensato pero como lo ha reiterado el presidente de Conmebol, la Copa va con o sin público”, fue la respuesta de Ernesto Lucena, Ministro de Deportes colombiano, apoyándose en los dichos de Alejandro Dominguez al anunciar el acuerdo que logró la entidad madre del fútbol sudamericano con la farmacéutica Sinovac para la provisión de vacunas para vacunar a todos los participes del torneo continental.

Además, Colombia advirtió que la realización de la Copa América no será posible si Argentina decide bajarse de la organización conjunta.

“Tenemos que actuar con mucho cuidado. Las autoridades deportivas tienen que actuar con mucha atención, porque lo que está pasando en los planteles del fútbol argentino es una muestra de lo que puede pasar y más si salimos a jugar a países donde el problema es mayor”, añadió el presidente argentino.

Por ahora, la Copa se hace. Dentro de los campos de juego, el riesgo de contagio es casi nulo. Sin embargo, la preocupante situación sanitaria actual no sólo en el país sino en todo el continente, pone en jaque la posibilidad de tanto movimiento entre dos países y con delegaciones tan numerosas.