El libro titulado ¿Quién hace tu ropa?, escrito por investigadores especialistas en la industria indumentaria, describe la producción en la Argentina, detalla la trama que vincula a grandes marcas con espacios de trabajo informal y busca reinstalar un debate con todos los actores del sector, a 15 años del incendio en taller textil ubicado en el barrio porteño de Caballito, en el que murieron cinco menores de 18 años y una mujer embarazada.

Los investigadores responsables del libro son Andrés Matta, de la Universidad Nacional de Córdoba y Jerónimo Montero Bressán, de la Universidad de San Martín.

En diálogo con Télam, Matta señaló: “El libro surge de la necesidad de hacer una producción colectiva de quienes investigamos sobre la producción de la industria textil; y también lo proponemos como puntapié para reavivar el debate en torno al sector”.

Por su parte, Montero Bressán, describió: “En el circuito comercial textil, hay un gradiente de lo más formal hasta lo más informal. Lo formal son las marcas que venden en los shopping y locales a la calle; después están los locales minoristas que compran en ‘negro’ y venden con factura si la pedís, y otros centros comerciales como la calle Avellaneda en Ciudad de Buenos Aires o la Salada que son mayoristas pero la venta en general es sin facturación”.

Cadena de trabajo informal

Luego Bressán continuó: “Ahora bien, en el circuito productivo el 70% del trabajo es informal, y el vínculo entre la producción y dónde se comercializa no tiene correlación en relación a la formalidad, es decir, que los talleres que cosen para los comercios de Avellaneda o la Salada pueden hacerlo también para las marcas”.

Respecto a la cadena informal, Matta explicó: “Esos cruces entre una marca y los talleres textiles clandestinos a veces se dan a través de un intermediario, otras veces contratan fábricas formales que, a su vez, cuando no llegan a cubrir la producción, por ejemplo en recambio de temporada, subcontratan talleres”.

La tragedia de Caballito

El 30 de marzo de 2006, un desperfecto eléctrico generó el recalentamiento (llamado técnicamente “efecto joule”) en el cable de un televisor de la planta superior del taller textil ubicado en Luis Viale 1269, que también funcionaba como vivienda de los más de 45 costureros que trabajaban allí y de sus familias.

En el incendio fallecieron Harry Douglas Rodríguez Gómez, de 4 años; Juana Vilca Quispe de 25 años, quien estaba embarazada; Elías Carbajal Quispe, de 10; Rodrigo Quispe Carbajal, de 4; Wilfredo Quispe Mendoza, de 15, y Luis Quispe, de 4.

Por el hecho Luis Sillerico Condori (boliviano) y Juan Manuel Correa (argentino), quienes contrataban a los costureros, controlaban el trabajo y pagaban, fueron condenados a 13 años de prisión por reducción a la servidumbre.

Sin embargo, Jaime Geiler y Daniel Fischberg, propietarios del inmueble, proveedores de las materias primas y dueños de las marcas que compraban toda la producción del taller, fueron sobreseídos.

Cabe destacar que desde dicho incendio, es muy poco lo que cambió en la industria. “Sí es cierto que esta tragedia visibilizó la problemática y dejó expuesto que esa ‘clandestinidad’ en la producción también se vinculaba con las marcas conocidas; de hecho, en la actualidad hay más de 120 marcas denunciadas, pero son todas causas cajoneadas desde 2008″, señaló Montero Bressán.

Fuente: Télam.