La jefa de seguridad de Twitter, Lea Kissner, decidió presentar la renuncia, junto a otros altos ejecutivos, mientras la renovación de la plataforma, orientada por su nuevo propietario, Elon Musk, experimentó un aumento de cuentas falsas, hecho que originó una inusual advertencia de los reguladores estadounidenses.
“He tomado la difícil decisión de abandonar Twitter”, escribió Kissner en su cuenta de la red social.
Las renuncias se produjeron un día después del caótico lanzamiento de las nuevas funciones introducidas por Musk tras la compra por 44.000 millones de dólares de la influyente aplicación, refirió la agencia de noticias AFP.
La plataforma presentó su esperado servicio de suscripción Twitter Blue, que permite a los usuarios pagar 7,99 dólares al mes por una marca azul que indica que la cuenta está verificada, así como una insignia gris “oficial” separada para algunas cuentas de alto perfil.
Pero el magnate sudafricano suscitó críticas cuando desechó la nueva etiqueta gris casi de inmediato, ensombreciendo el lanzamiento del servicio pago, que en principio sólo está disponible en la aplicación móvil para iPhone y en Estados Unidos.
El lanzamiento también supuso una oleada de cuentas falsas: algunos usuarios aprovecharon la oportunidad para hacerse pasar por celebridades y políticos, como la estrella de la NBA Lebron James o el ex primer ministro británico Tony Blair.
El caos provocó una rara advertencia de la Comisión Federal de Comercio (FTC por sus siglas en inglés), la autoridad estadounidense que supervisa la seguridad de los consumidores y que ha puesto a Twitter bajo vigilancia por previos incumplimientos de seguridad y privacidad.
“Estamos siguiendo los recientes acontecimientos en Twitter con profunda preocupación”, dijo un portavoz de la FTC en un comunicado.
“Ningún director general o empresa está por encima de la ley, y las empresas deben seguir nuestros decretos de consentimiento”, añadió el portavoz, en referencia a los compromisos anteriores de Twitter de obedecer las normas de privacidad de Estados Unidos.
El dueño de Tesla y SpaceX despidió a la mitad de los 7.500 empleados de la compañía californiana hace una semana, 10 días después de comprar la plataforma y convertirse en su único propietario.
Por primera vez desde los despidos, Musk se dirigió el jueves a sus empleados restantes y les instó a ayudar al sitio a alcanzar los mil millones de usuarios, según mensajes de texto de los empleados vistos por la AFP.
También anunció que iba a poner fin a la política de trabajo en casa que había sido una práctica generalizada en la empresa con sede en San Francisco.
“Si no te presentas en la oficina, aceptada la dimisión”, dijo a los empleados.