Tres amigos de Cuesta Blanca se juntaron para llevar adelante un proyecto cuya máxima proyección es enviar un mensaje claro a todos los rincones posibles. La ropa puede ser un objeto de culto, un ornamento con el que marcar un espíritu de clase o, tambien, un medio para trasladar y hacer visible algo que se quiere decir o mostrar.

Sebastián Stanganelli, Martín Jakuto y Diego Sánchez juntaron sus ganas para crear Puna Chica, Remeras Nativas. El concepto es simple: “Puna Chica nació como un proyecto de serigrafia de quienes amamos los árboles que forman parte de nuestro bosque nativo. Hace poco sumamos nuestros serie “Al vuelo”, para llevar siempre en el pecho a estos amigos alados que tanto necesitan del monte”, dicen en su página de Facebook.

Martín, un diseñador que se dedica al montaje cinematográfico, cuenta que todo comenzó en uno de los talleres culturales que se dictan en Icho Cruz. En este caso, se trató del arte de la serigrafía y allí conoció a Diego que ya era un avezado conocedor del estilo de estampado.

Armaron el taller con máquinas que llegaron desde Córdoba y más tarde se sumó Sebastián, que se encarga de las ventas y la distribución.

“Yo había empezado el curso porque tenía inquietudes con la plástica y de repente me había mudado a la zona y tenía mi primer contacto directo con la vida en la naturaleza”, cuenta Martín. “Estar acá cambió mi percepción de lo que es la flora y la fauna nativa”.

Unas pibas de una organización no gubernamental les pidieron unos diseños para estampar telas y así nació la primera serie de árboles autóctonos argentinos.

Cuando surgió la idea del emprendimiento, después de pedirle permiso a la Ong, los tres vecinos de Cuesta Blanca comenzaron a darle forma a los dibujos y al proceso de confección de las remeras que es muy trabajoso y demanda tiempo y esfuerzo.

“Este año empeamos con una serie de aves, que se llama Al vuelo y en la que aparecen el venteveo, la loica, el Martín Pescador, y la Reina Mora, que está en peligro de extinsión por el desmonte y la tradición tan marcada de buscarlos para meterlos en jaulas”, asegura Sebastián.

Diego, que no estuvo en la entrevista, es diseñador y Bombero Voluntario con lo que su compromiso con la naturaleza fue muy trascendente para el proyecto.

En cuanto a la difusión, se buscaron modelos bien terrenales y locales para presentar las prendas. Así, aparecen en las fotos de las redes vecinos de la región que se sumaron de ese modo a la publicidad de las remeras.

El plan es más ambiciosos pero no desde lo económico. La idea de los tres amigos es que las remeras circulen por el país como un modo de sentar una posición clara en torno a la defensa del monte nativo, de su flora y su fauna.

Para encontrarlos en Facebook: https://www.facebook.com/PunaChicaRemeras

En Instagram: https://www.instagram.com/remerasnativas/