El descubrimiento de restos óseos humanos en el Cerro Colorado movilizó a toda la comunidad, ya que nunca antes en la historia de la arqueología en la provincia se encontró tanta cantidad de este tipo de materiales en un mismo sector de sedimento.

En total, fueron hallados 25 cuerpos completos que podrían pertenecer a pobladores nativos de la región o de otras culturas. Esos y otros interrogantes serán revelados luego de una serie de estudios que requieren un tiempo prudencial antes de arrojar conclusiones.

La cantidad de restos hallados en un mismo sector de sedimento sugiere que el lugar probablemente haya sido utilizado exclusivamente para uso funerario, según los primeros análisis.

Preservación del patrimonio

El hallazgo se produjo como resultado del estudio de impacto arqueológico, a raíz del paso de la red de Gasoductos Troncales Norte, que lleva adelante el Gobierno de Córdoba para proveer de gas natural a la región.

La Reserva Cultural Natural Cerro Colorado es uno de los lugares de mayor riesgo arqueológico de la provincia. Por eso, cualquier actividad de prospección y excavación debe cumplimentar los requisitos fijados en la resolución 181 de la Agencia Córdoba Cultura, la cual reglamenta las actividades en sitios arqueológicos y paleontológicos.

Localidad arqueológica

“La información preexistente y las características del terreno permitían anticipar posibles hallazgos, como contextos domésticos o de descarte de residuos, a través de restos de cerámica, piedra y caracol. Sin embargo, el paulatino avance de la excavación, metro por metro, sorprendió al mismo tiempo a obreros, vecinos y profesionales, al detectar numerosos puntos de inhumación, los que configuran un sitio ceremonial o funerario de características inéditas en Córdoba”, explicó el arqueólogo Sebastián Pastor, doctor en Ciencias Naturales por la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata.

Pastor aseguró que “este es el mayor hallazgo arqueológico de la historia”. En un reciente informe presentado a la Dirección de Patrimonio Cultural, el científico agregó: “Se trata de un singular espacio funerario del período prehispánico, donde se sepultaron los restos de decenas e incluso cientos de personas. Los trabajos sobre la zanja por donde pasará la tubería, de 80 cm de ancho por 300 metros de largo, permitieron recuperar los restos de unos 30 individuos”.

Bienes comunitarios

La tarea de rescate incluye un capítulo de Arqueología Pública mediante el cual se mantiene al tanto de todas las operaciones y los avances de la investigación a los actores de la comunidad, con especial atención a las asociaciones de pueblos originarios.

Estos materiales podrán ser estudiados desde diferentes tipos de disciplinas -forense, isótopos radioactivos  y genética-.

En cuanto al destino de los restos óseos humanos, “se intenta responder a la preocupación expresada por la mayoría de los habitantes de la localidad, así como por miembros de comunidades originarias de la provincia, quienes expusieron su inquietud por propiciar un futuro reentierro de los restos”, manifestó Sebastián Pastor.

Opinión de los pueblos indígenas

Por su parte, comunidades de los pueblos originarios expresaron su conformidad con el tratamiento que están recibiendo los restos de quienes son considerados sus antepasados.

Julia Marta Ceballos, representante de la comunidad Arabela del pueblo Comechingón, contó que “en las últimas semanas hemos recorrido el Cerro Colorado junto con el representante sanavirón, Cristian Bustos, y el ranquel, Horacio Cabral, y pudimos constatar que los restos están en un laboratorio de campaña montado en el mismo sitio del hallazgo”.

“Hemos visto el respeto, la educación y la buena predisposición de los arqueólogos hacia nuestros ancestros, tal como lo habíamos pedido”, afirmó Julia Marta Ceballos. “Este hallazgo va a aportar mucho a la historia de los pueblos originarios de Córdoba”, sostuvo.