Tenía dos hijos de 7 y 5 años d edad. Era técnica en Seguridad e Higiene laboral, también tatuadora y amante de los deportes.

Según informa Cadena 3, Florencia Guiñazú tenía 30 años recién cumplidos y era mamá de dos hijos: un nene de 7 años y una nena de 5. Estaba en su casa del departamento de Guaymallén, en Mendoza, cuando Ignacio Agustín Noto, su pareja de 32 años, la ahorcó y luego, se suicidó.

El asesinato tuvo lugar en una de las habitaciones, mientras el hijo mayor jugaba a la PlayStation en otro cuarto. El femicida cerró la puerta para que el niño no escuchara nada.

Guiñazú vivía en la localidad de Las Cañas, pero era oriunda de La Consulta, ubicada a unos 100 kilómetros al sur de la capital mendocina. Había estudiado la Tecnicatura Superior en Higiene y Seguridad Laboral en el Instituto de Educación Superior Valle de Uco.

Era multifacética. Jugaba al fútbol –el Club Atlético Argentino de Mendoza–., pero también practicaba CrossFit y rugby. Además, era modelo y trabajaba para diferentes marcas. También se desarrollaba como tatuadora.

Según el sitio El Sol, los vecinos habían escuchado ruidos y uno de ellos advirtió que en una de las ventanas del departamento había una nota  que decía “Llamen al 911, los niños están solos”.

El hombre golpeó la puerta de la casa y atendió el niño, quien contó que había llamado a su mamá y a Noto, pero que no le habían respondido. En ese momento, se dio aviso a la Policía y se constató el asesinato de Florencia y el suicidio del femicida.

 

Fuente y foto: Cadena 3