Una de las características del cielo en la actualidad es que ya no puede verse nítido. Hace años está invadido por el humo y la polución ambiental.  Ni hablar del cielo nocturno que en las grandes ciudades casi no puede observarse, debido a la contaminación lumínica existente.

Para disfrutar de un cielo plagado de estrellas es necesario retirarse de las grandes urbes. Allí donde la luz artificial es escasa, no sólo se pueden apreciar los astros sino que también es posible descansar mejor.

Pero, ¿qué es la contaminación lumínica? “Se define como una dispersión de los excedentes de luz de la atmósfera producida en las grandes ciudades. La luz del alumbrado público, de los carteles, al iluminar la atmósfera, se dispersa debido a moléculas y partículas de aerosoles que hay en la misma. De esta manera, la atmósfera se convierte en un emisor de luz”, explicó Carlos Bornancini, Dr. en Astronomía en el Instituto de Astronomía teórica y experimental del Observatorio de Córdoba, a  Carlos Paz Vivo!

Y continuó: “Esto hace que no podamos ver las estrellas en su totalidad. En un lugar sin contaminación lumínica, se pueden ver entre unas 5 mil a unas 6 mil estrellas, mientras que en ciudades como en Córdoba, se pueden ver 20 o 30 estrellas únicamente.”

La contaminación lumínica no sólo afecta a la observación del cielo nocturno, sino que provoca graves afecciones a la flora, fauna y a la salud humana.

Iluminar correctamente

Para disminuir la contaminación lumínica no se debe iluminar menos, sino iluminar correctamente. Al respecto, Bornancini detalló: “La idea es que los carteles de las ciudades y las fachadas de las iglesias, monumentos, etc, se iluminen con luces y reflectores desde arriba hacia abajo. Y en el caso de las calles, que las luminarias tengan un blindaje, una protección que haga que el haz de luz ilumine desde arriba hacia abajo, correctamente, y no hacia el cielo. Porque si no, una cantidad importante de luz y energía se desperdicia y desaprovecha y contamina al ambiente”.

Desde que el ser humano habita el planeta Tierra, evolucionó con horas de oscuridad y de día. Esto hizo que la glándula pineal del cerebro se active en la oscuridad, produciendo melatonina y otras moléculas, que hacen que el organismo funcione de una manera adecuada.

“El ritmo de las personas responde y se adapta a la luz y a la oscuridad. Es decir, durante la noche, los seres humanos, los animales y las plantas tenemos que tener unas ciertas horas de oscuridad para poder sobrevivir”, comentó el especialista.

Y añadió que “la distorsión de estos ritmos e interrupción, puede causar problemas de salud como trastornos del sueño, ansiedad, depresión, diabetes, etc. Además se realizaron varias investigaciones que han observado que en las grandes ciudades donde hay contaminación lumínica, es mayor la incidencia de cáncer de mama y de próstata y de enfermedades cardiovasculares y trastornos inmunológicos y obesidad”.

Charla sobre Astroturismo y conservación de los cielos

Este sábado 10 de agosto a las 18 hs, en el  Cine Teatro Enrique Muiño  (Deán Funes 526) de Capilla del Monte (Córdoba), se realizará una charla libre y gratuita sobre la temática llamada “Astroturismo y Conservación de los Cielos Nocturnos”.

Se trata de una conferencia  presentada por el  Astrónomo Carlos Bornancini y Jonatan Mira, guía de Astroturismo  de Córdoba.  La misma  está orientada a concientizar sobre la problemática de la contaminación lumínica y ofrecer un modelo de gestión que permita reducir la polución luminosa y dinamizar el desarrollo local.