Germán Ambasch es jefe de Infectología del Sanatorio Mayo, formador varias generaciones de médicos desde la Universidad Nacional de Córdoba, y lleva 51 años de ejercicio de la medicina en esa especialidad. En diálogo con Carlos Paz Vivo, reconoció que nunca hubiera esperado un escenario como el que se presentó en la pandemia.

Y señaló que la situación de Córdoba es muy diferente a la que hoy se vive en Buenos Aires, donde se dispusieron nuevas restricciones para frenar la segunda ola de coronavirus.

-En 51 años de carrera, ¿pensó alguna vez que nos íbamos a enfrentar a esto que estamos viviendo?

-No, he vivido pandemias como  la de gripe del año 2009. Hubo una epidemia muy grande en el año 75 de gripe y faringitis que había ingresado de Brasil. Pero pandemia como ésta es la primera vez que me toca vivir.

-¿Qué opinión tiene de la manera en que la estamos enfrentando?

-Es un problema de conciencia de la gente. Cuando se produce esta pandemia, la forma de contagio que se determina a través de lo que sería estas gotas que aparecen, que caen y uno lo adquiere a través de la respiración. O a través del contacto de las manos con los ojos, es un poco para introducir el uso del barbijo. Y en este problema de conciencia, cuando se dice que la forma de prevenir es el barbijo, distanciamiento, estar al aire libre, usar alcohol o agua con jabón, era lo más importante que la población debería haber hecho. Al no cumplir estas medidas, la infección se va expandiendo. Este es un virus que tiene como características que se transmite muy fácilmente. Al no cumplir las medidas, la transmisión es mayor, por eso vamos teniendo las distintas olas. Si comparamos el mes de octubre en el que estuvimos con una gran cantidad de casos, hoy en día es cierto que se ven, pero es un poco menor.

-Hay polémica por las restricciones. ¿Usted ve que hay alternativas a la restricción, hay otros modos de controlarla a la pandemia?

– El modo de controlar es a través de gran cantidad de testeos. Utilizar gran cantidad de vacunas, tener prácticamente el 70% de la población vacunada y por supuesto cumplir estas medidas de prevención. Si no tenemos gran cantidad de testeos, las vacunas no llegan quiere decir que la medida número uno es mantener el distanciamiento, utilizar el barbijo, lavarse las manos con agua y jabón o alcohol. Tenemos que acostumbramos a esto que es la mejor prevención de la enfermedad. De todas maneras, las restricciones, si comparamos Córdoba con Buenos Aires. la segunda es totalmente diferente, allí se hacen mal las cosas, acá las estamos haciendo bien.

-¿Dónde cree que está la mayor fuente de contagios?

-El transporte es el modo mayor de transmisión. Si toda esa gente en Buenos Aires está agolpada por subir a un subte y viajan muchísimas personas, ahí tenés el mayor foco de transmisión.  Nos están queriendo decir de los colegios y no es así. Ahí se cumplen todas las medidas. El mayor problema es el transporte.

-¿Usted ve que en Córdoba vamos por  buen camino con las restricciones y de alguna manera se puede llevar la pandemia como lo estamos haciendo?

-En Córdoba estamos manteniendo una cantidad de casos, que no es baja, es cierto que está alrededor de 1200 o 1300 casos. El porcentaje que hay en el uso de camas está aproximadamente en el 32% . Esto significa que a pesar de todo, estamos bien. Una restricción de las 0 hasta las 6 de la mañana en cierta manera está bien. Lo que sí debemos controlar son las fiestas clandestinas.

 

Colaboró Pablo Salavagione