El sistema de Parques Nacionales brinda diferentes opciones de ecoturismo en toda la Argentina. Los parques que no cobran entrada, por lo general, no cuentan con la infraestructura y servicios que sí tienen los demás.

Esto representa una invitación para bucear en rincones donde la naturaleza y el patrimonio cultural o histórico son los anfitriones que despliegan su magia ante nuestros ojos.

El diario Clarín seleccionó algunos parques a tener en cuenta, según el destino elegido, que tienen entrada gratuita.

Parque Nacional Ciervo de los Pantanos (Buenos Aires)

Desde Buenos Aires, se va por Ruta Nacional 9 (Panamericana) hasta la localidad de Rómulo Otamendi (entre Escobar y Campana, altura km 67.5). Hay que recorrer 2 kilómetros por la calle principal hasta la entrada de este Parque que, en un 90% es humedal.

También se puede llegar en ómnibus (Chevallier va de Once a Zárate y pasa por el km 67.5 de la Panamericana). Hay colectivos desde Campana, a 7 km.

El origen de este parque es la Reserva Natural Otamendi, creada en 1990 como Reserva Natural. Es, además, Sitio Ramsar y AICA (Área Importante para la Conservación de las Aves).

El paisaje está marcado por enormes cortaderas, flechillas y otros pastos y es un muy buen sitio para la observación de aves y animales como cuises y el hurón común. La estrella del lugar es el ciervo de los pantanos, que da nombre al parque.

Después de estar varias semanas en mantenimiento, el parque reabrió sus puertas el 15 de diciembre.

Actualmente, los senderos habilitados son: Historias del Pastizal, el sendero de la Barranca, Arboretum/sendero de la Memoria y el Vivero (el sendero la Laguna está cerrado).

El parque cuenta con Centro de Visitantes y sanitarios, pero no hay sectores de acampe ni parrilla. Es importante llevar comida, agua (fría y para el mate), protector solar y repelente para mosquitos. Y tener en cuenta las localidades y atractivos cercanos que permiten combinar este paseo.

Abre todos los días de 10 a 18 (los senderos hasta las 17), según destaca Clarín.

Parque Nacional Pre-Delta (Entre Ríos)

Tiene un paisaje dominado por islas, arroyos, lagunas y riachos con la influencia del río Paraná y llaman la atención los irupés de enormes hojas flotantes entre la vegetación

A tener en cuenta: la zona del Paraje “La Jaula”, a unos 4,5 km de Diamante por un camino vecinal asfaltado, está cerrada temporalmente ya que el sector de uso público está inundado por la creciente del río Paraná.

Desde el parque informan que “la medida regirá hasta que descienda el nivel del río y las condiciones permitan la visita, garantizando la seguridad de los visitantes”.

Por ahora está habilitado el sendero “Del espinal”, en Campo Sarmiento. No cuenta con servicios de proveeduría ni sanitarios.

Clarín indica que, entre la fauna protegida del parque -a 440 km de Buenos Aires- están los coipos, carpinchos, comadrejas coloradas, gatos monteses, lobito de río y yacaré overo.

Pero su emblema es un ave, el martín pescador grande, que se destaca por su cabeza voluminosa y un importante pico recto y agudo que usa para “arponear” peces.

Parque Nacional Quebrada del Condorito (Córdoba)

Los cóndores descansan en los paredones verticales de la Quebrada del Condorito, de 800 metros de profundidad. Desde allí, aprovechando las corrientes térmicas, enseñan a los juveniles a volar, siendo sitios de aprendizaje. Y es el momento para observarlos y disfrutar.

El parque está a 50 km de Villa Carlos Paz y 60 km de Mina Clavero. El ingreso se ubica en el km 59,5 de la RP 34 (Ruta de las Altas Cumbres). Actualmente, para ingresar se utiliza un acceso elevado y un puente que cruza la ruta provincial.

Desde el portal de acceso son 2 km de ripio hasta el primer estacionamiento en el Centro de Visitantes y es el punto donde se inicia el sendero a pie rumbo a la quebrada (horario de ingreso al sendero de 8 a 14).

Entre los paseos que ofrece el parque están Balcón Norte (que incluye senderos interpretativos), la bajada al Río de los Condoritos y Balcón Sur. Los primeros dos requieren de registro obligatorio; Balcón Sur y/o visitas nocturnas incluyendo las de Luna llena, se hacen con guía habilitado por el área protegida.

Para darse una idea, desde el estacionamiento 2, hasta el área del Balcón Norte son 5 km de senda de dificultad media (dos horas de ida). Bajada al Río (dificultad alta): otras dos horas más, entre ida y vuelta.

Tener en cuenta que en el parque no hay servicios de gastronomía, pernocte ni agua potable, por lo que es importante planificar la visita y llevar provisiones para el paseo. Imprescindible agua potable y protección para el sol, según expresa el mencionado medio Bonaerense.

Lihué Calel (La Pampa)

Otro destino que remarca Clarín, es el que se encuentra en La Pampa por la ruta 152, y en viaje hacia Bariloche, quizá sea una buena oportunidad para descubrir este lugar. El portal de ingreso está en el eI km 147,5 (a 230 km de Santa Rosa, a 121 km de General Acha y a 35 km de Puelches).

El parque se caracteriza por vegetación como el caldén, varias especies de fauna amenazadas -como el águila coronada, el cardenal amarillo o la tortuga terrestre- y pictografías que son huellas milenarias del paso del hombre.

Son típicos de la región los guanacos, zorros grises, pumas y maras, ñandúes y martinetas.

El emblema del parque es el gallito copetón, que suele correr por los claros de los bosques y entre los arbustos de la estepa.

En el Parque se pueden recorrer senderos de dificultad baja y media. Algunos requieren el acompañamiento de un guía habilitado. Sea cual fuere el elegido, es requisito registrarse en el Centro de Visitantes.

El Sendero Namuncurá, por ejemplo, tiene una duración de 45 min y es de baja complejidad, mientras que el Sendero Cerro Alto o de la Sociedad Científica Argentina (le sigue a continuación) ya implica un ascenso, por lo que es de dificultad media.

Hay otros de 8 y 9 km, como los senderos del Circuito Valle de las Pinturas, y también hay opciones para hacer en bicicleta.

Un punto a destacar: el parque cuenta con una silla adaptada para que toda persona con dificultades de movilidad pueda disfrutar del sendero Namuncurá (hay que pedirla con anticipación (www.pnlihuecalel.com/)

Bosques Petrificados Jaramillo (Santa Cruz)

Una caminata por el pasado de la Tierra. Hace 150 millones de años, en esta zona había un gran bosque de araucarias, además de pinos y helechos, entre otras plantas, y el clima era cálido y húmedo. La Cordillera de los Andes no existía.

Tras los cambios producidos por las erupciones volcánicas, el bosque quedó bajo capas de ceniza y otros sedimentos.

Actualmente, el paisaje está dominado por la estepa y entre arbustos y coirones afloran los troncos petrificados -algunos alcanzan hasta 30 metros-, huellas del pasado remoto. Se destaca el cerro Madre e Hija, restos de un volcán cuyo origen se calcula en unos 18 millones de años atrás.

El emblema de este parque es el guanaco, típico habitante de la zona.

Al parque se llega por el norte desde Comodoro Rivadavia (320 km) o por el sur, desde Puerto San Julián (230 km). El empalme para ingresar se encuentra a la altura del km 2.074 de la RN 3.

Caleta Olivia está a 220 km, y allí se pueden contratar los servicios de una agencia de turismo. Puerto Deseado está a 252 km y también cuenta con servicios de hospedaje, gastronomía y excursiones. En Fitz Roy (a 240 km, sobre la RN 3) hay hospedaje, sitios para comer y cargar combustible.

No hay infraestructura, solo baños públicos; es importante llevar provisiones para el viaje hasta allí y durante la excursión.

Sierra de las Quijadas (San Luis)

Es un parque que usualmente cobra entrada, pero por ahora está suspendido, así que el ingreso es gratuito. Abre de 8 a 17 (se puede permanecer hasta las 19).

Está a 116 km de la ciudad de San Luis, a 131 km de Potrero de los Funes y a 210 km de Merlo.

El paisaje está marcado por la aridez y las serranías erosionadas por el agua y el viento, dando lugar a laberintos, farallones, barrancos y graderías rojizas. Una gran muestra de esto es Potrero de la Aguada (a 7 km de la entrada), un gran anfiteatro natural que llama la atención dentro del parque.

Entre los senderos que se pueden recorrer hay que tener en cuenta Flora (45 minutos) , Miradores y Guanacos (3 horas ida y vuelta), que son autoguiados. También son muy interesantes Farallones y Huellas del Pasado, que se hacen con guía obligatorio (contratar con anticipación).

Desde el parque destacan que hay que considerar que estamos en época de altas temperaturas.

“Por motivos de seguridad y de acuerdo al reglamento vigente , con temperaturas mayores a 35 º, se cierran los senderos Guanacos, Farallones y Huellas del Pasado. Se planifican salidas a primeras horas de la mañana para dichos senderos e incluso hay algunos días que no se puede realizar el recorrido al Potrero de la Aguada (Farallones y Huellas)”, explican.

Mburucuyá (Corrientes)

El último de los destinos que detalla Clarín, es el paisaje de los Esteros del Iberá, con influencias de las regiones vecinas chaqueña, paranaense y del espinal: pastizales y palmares de yatay, bosquecillos de laurel y timbó y hogar de aves amenazadas como el yetapá de collar o la monjita dominicana.

El emblema de este parque es el yacaré negro, uno de los reptiles más grandes del país. El mburucuyá del nombre homenajea a una enredadera que trepa a otras plantas buscando la luz.
La zona del parque -el departamento Mburucuyá- está reconocida como “Cuna del Chamamé”, música tradicional de Corrientes y Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Justamente, del 2 al 4 de febrero de 2024 tendrá lugar la edición 55 del mayor festival de chamamé.

Dentro del parque hay senderos de diferente duración y dificultad media y baja.

 

 

Con información y fotos de Clarín