La Fábrica Militar de Aviones de Córdoba,  a pocos kilómetros de Carlos Paz, fue un objetivo claro de Gran Bretaña en la Guerra de Malvinas.

Un artículo publicado este jueves por el diario La Voz relata una historia que se develó dos años después de la rendición argentina de la Guerra de Malvinas.

Carlos Ferrando era jefe de la sede cordobesa del Correo y en 1984 recibió una carta proveniente del Reino Unido. Iba dirigida a él y como todavía estaba fresca la tragedia que representó para los argentinos el conflicto bélico, prefirió no abrirla.

Cuando se jubiló, en la década de 1990, decidió buscar la misiva en un cajón de su escritorio antes de dejar la empresa.

La carta decía lo siguiente:

Director General del Correo, Correo Central, Córdoba, Argentina.

Estimado señor,

Por favor, podría enviarme los nombres y las direcciones de sus periódicos locales.

Tengo en mi posesión evidencia de un Ataque Nuclear no provocado en tu Ciudad (tal como se publicó en el New Statement).

Me parece que si envío este material y se lo publica, creo que los ciudadanos inocentes de vuestra ciudad estarán interesados en las verdaderas intenciones del Gobierno Británico de Thatcher, durante y antes! de la crisis de Malvinas.

Si se siente como yo sobre este crimen, por favor respóndame.

Saluda atentamente,

Mr. V. Young

Gabriel Fioni es el director del Museo de Malvinas de la ciudad de Oliva. Y, en contacto con el diario La Voz, explicó: “Un británico envió una carta al jefe de correos de Córdoba en 1984. El tipo abrió la carta cuando se jubiló: nunca quiso abrirla antes, porque venía de Gran Bretaña”.

“Según la carta, este británico tenía acceso a documentación que prueba que el Gobierno inglés tuvo intenciones de realizar un ataque nuclear. Los británicos creían que la Fábrica Militar de Aviones de Córdoba funcionaba como un taller. Pero en realidad, el taller de aviones argentino estaba en el Área Material Río Cuarto, normalmente llamada Armacuar”, relató.

Buques nucleares en acecho

Hace pocos días, se conoció un documento fechado el 6 de abril de 1982 que asegura que Gran Bretaña «movilizó en sus buques 31 armas nucleares durante el conflicto que mantuvo con Argentina por las islas Malvinas».

«Los buques de guerra británicos desplegados en el Atlántico Sur después de la invasión argentina de las Islas Malvinas en 1982 estaban armados con docenas de cargas nucleares de profundidad», dice el documento. Esas armas estuvieron en los portaaviones HMS Hermes (18) y HMS Invincible (12) y en el buque auxiliar Regent (1). En el Invincible estuvo como piloto de helicóptero el príncipe Andrés de Inglaterra.

El portaaviones Invincible sufrió un ataque de aviones argentinos en el apogeo de la guerra y recibió el impacto de un misil Exocet, por lo que quedó un tiempo fuera de operación, aunque el Reino Unido pretendió negar este episodio.