Una momia de China, de unos 2.000 años de antigüedad es la mejor conservada del mundo, al poseer todavía sangre en sus venas y mantener la flexibilidad.
Se trata del cuerpo de Xin Zhui, esposa de uno de los grandes líderes del imperio Han, cuyo fallecimiento se estima entre los años 178 y 145 a.C, a la edad de 50 años.
Pero lo más interesante es que el cadáver aún conserva el pelo en su cabeza, las cejas, las pestañas y una piel suave con sangre en sus venas, que pudo ser analizada por médicos forenses, quienes determinaron que se trataba de sangre tipo A.
El avance de momificación es tan grande que hasta los músculos de las articulaciones aún son elásticos, por lo que puede doblar los brazos y las rodillas. Además, todavía posee sus órganos, por lo que los forenses pudieron efectuarle estudios como si hubiese fallecido recientemente.
Es así, que los investigadores detectaron que Xin Zhui murió de un ataque al corazón, probablemente causado a raíz de su obesidad y vida sedentaria.
Entre otros detalles, el informe reveló que padecía arteriosclerosis y cálculos biliares, así como una vértebra fusionada y en su estómago había 138 pepitas de melón, que corresponderían con su última cena.
El hallazgo
De riqueza y rol importante en su sociedad, su existencia fue descubierta en 1972, a orillas del río Xiang, en Changsha, capital de la provincia de Hunan. Pese a la destrucción que registraba esa zona post Segunda Guerra Mundial, la momia nunca sufrió daños.
Casi cincuenta años atrás, el ejército hizo algunas perforaciones en el sitio y detectó que de uno de los agujeros comenzó a salir gas con un punzante olor. Más tarde, trabajadores de la obra prendieron fuego cerca del lugar y apareció una llama azul. Hou Liang, un arqueólogo del Museo de Hunan, se enteró de la rareza, se acercó allí y se topó, tras un arduo trabajo de un año, con una tumba.
Lo primero que encontró su equipo fueron arcos y cestas de bambú, elegantes cuencos que contenían raíces de flor de loto que todavía flotaban en agua, entre otros 1.000 artefactos en un excelente estado de conservación. Lo mejor estaba por venir: la momia de Xin Zhui en un estado de conservación impensado.
Algunos factores apuntan al entierro a 12 metros de profundidad, dentro de cuatro capas de ataúdes, así como de 20 capas de seda, junto a más de 100 de sus prendas y con sus sirvientes representados en estatuillas de madera.
Actualmente, la momia china, que luce mejor que otras del Antiguo Egipto, se mantiene preservada en el museo provincial de Hunan.
Fuente: Los Andes