Elecciones 2019. El senador Miguel Ángel Pichetto es uno de los anotados para la candidatura a presidente dentro del esquema del peronismo federal que comparte con el gobernador Juan Schiaretti, Sergio Massa, Juan Manuel Urtubey y Jorge Lavagna.

Pichetto estuvo en Carlos Paz y desde aquí participó de una pequeña gira cordobesa junto a su par de bancada Carlos Caserio.

En diálogo con Carlos Paz Vivo!, Pichetto sostuvo que la grieta entre los que aplauden al presidente Mauricio Macri y los que siguen a Cristina Fernández debe culminar en otra vía alternativa.

-El panorama hacia las elecciones presidenciales no está muy claro. ¿Qué piensa que puede llegar a suceder de aquí hasta octubre?

-Seguro se va a ir clarificando con la continuidad del proceso electoral en las provincias. Pero lo que aparece nítido y muy interesante es la caída de la construcción ficcional de las encuestas. En el primer resultado de la provincia de Neuquén aparece que el kirchnerismo duro, la centro izquierda, que se construyó con la candidatura de Rioseco en Neuquén y el apoyo de la ex presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) a tal candidatura, tiene entre el 25 y el 26 por ciento de sus votos. Ese es el techo de esa propuesta, y creo que eso se va a trasladar al resto del país lo cual es un dato interesante a reflexionar en términos de necesidad que el peronismo tiene de construir nuevos liderazgos y así poder competir en la primera vuelta de la elección nacional de este año. El dato es que el proyecto “del pasado” de CFK está estratificado y no es lo que dicen las encuestas de que pasa el 30 por ciento de los votos, sino que en realidad es mucho menos. Salvo en una parte de Buenos Aires que el porcentaje aumenta. El piso y techo ronda entre 24 y 27 por ciento.

La relación con CFK

-¿Qué pasó con Cristina? Ustedes tenían una relación muy fuerte y era defensor de su postura en el Senado.

-Yo era presidente del bloque. Ahora, hubo un conjunto de medidas en los últimos 4 años en un marco de disciplina política que he tenido que acompañar. Medidas que no han sido buenas. Creo que el proceso más complejo se dio a partir en 2008 con la crisis del campo. A partir de allí hubo un conjunto de medidas erróneas como el cepo, la intervención sobre las importaciones, aumento de impuesto a los automotores, etc. En fin, un conjunto de medidas con Cristina al mando y Axel Kicillof en Economía que hicieron que la economía no crezca sino que también no se genere empleo privado. Fue un proceso altamente negativo en términos de inflación y de emisión monetaria. Con lo cual, ese proyecto también tenía rumbo de colisión. Ahora bien, terminado ese ciclo, entendía que era necesario que el peronismo se reconstruyera, revea sus propuestas, revea sus liderazgos y proyectos, y eso estoy trabajando junto a otros actores protagónicos como el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, Sergio Massa, Urtubey, Lavagna. En este espacio que hoy se llama Alternativa Federal me parece que están dadas las condiciones para que Argentina discuta electoralmente una opción electoral nueva que pueda competir con el pasado: un kirchnerismo cerrado ideológicamente a la izquierda. A mí me parece que el peronismo puede ser de derecha o de izquierda pero la conducción es la del centro.

– Se habla mucho de la grieta entre los que apoyan a Macri y los que apoyan a Cristina¿Cómo se cuela el Alternativas Federal y la candidatura de sus posibles candidatos? 

-La demostración de Neuquén no es un hecho aislado. Es la configuración de un escenario político que se va a repetir en lo nacional. Una espacio del centro, que no tiene la grieta, que plantea una mirada a la unidad nacional, el desarrollo un plan industrial y crecimiento, en defensa del sector agropecuario. A ese espacio hay que darle una visión de liderazgo y armar un programa económico. Tenemos figuras sólidas que pueden aportar. Yo creo que es posible, pero hay mucha ansiedad. El macrismo y el kirchnerismo tienen cerrados sus liderazgos. Macri en Cambiemos y CFK en Unidad Ciudadana, pero ambas expresan construcciones minoritarias. En Neuquén ganó la tercera fuerza: el oficialismo neuquino, el MPN, un partido histórico, que defiende los intereses del petróleo, expresa el centro, producción petrolera, el desarrollo de Vaca Muerta, que muestra un modelo de gobierno pragmático. Me parece que se puede trasladar a todo el país.

-Es casi seguro que se dé un balotaje…

-Veo un escenario de tres tercios en argentina en términos de construcción para la primera vuelta. Y por supuesto que va a haber balotaje; y es importante que exista una fuerza democrática que compita con el Gobierno. No creo en la lógica de la confrontación. No creo en el escenario del primero de marzo en la Cámara de Diputados con agresiones al presidente. A mí no me gustó el discurso de Macri, pero hay que escucharlo con respeto. No hay que hacer de eso una cancha de fútbol como un barrabrava. Había actores del kircherismo que insultaban al presidente, muchos de ellos fueron gobernadores, ministros. Un acto deplorable. Hay que terminar con la Argentina de la confrontación y es fundamental pensar un diálogo positivo que una a todos los argentinos. Es un objetivo para que el país crezca junto a políticas adecuadas. Hay que cerrar la historia y dejar de mirar para atrás. El deber es mirar para adelante.

– Se fortaleció su relación con Schiaretti…
-Tengo un trato fraternal y de gran respeto. Schiaretti fue uno de los fundadores de esta idea, quien pensó este proyecto de Alternativa Federal y es una figura referencial, después de Buenos Aires es el gobernador del distrito más determinante.

-Le atribuyen a parte del peronismo cordobés el triunfo de Macri en Córdoba…
– En el 2015 se dieron circunstancias que hicieron que el peronismo de Córdoba esté en una relación de ruptura con el gobierno de Cristina. Fue perseguido, basta recordar el conflicto policial, la disputa permanente de sus dirigentes y sus intereses legítimos de Córdoba con el gobierno, en especial el sector productivo. Era lógico que la gente respondiera a buscar otra opción, como Macri y no Scioli. Yo creo que Córdoba tiene una gerencia de política administrativa eficiente de gestión de obra pública. Cuando uno entra a Córdoba se da cuenta de la importancia de la obra pública como factor de mantenimiento de empleo y de desarrollo de la provincia. En general, en el país las obras están paralizadas. El gobierno provincial está poniendo plata y potenciando obras de conexiones viales y gasíferas de las localidades. Uno ve un proyecto de provincia, un eje productivo primario-industrial, exportador y metalmecánico. Es la Argentina que uno quiere tener, integrada socialmente y de la clase media y del trabajador, no la de los planes del conurbano bonaerense ni del sector financiero con tasa de interés de más del 70 por ciento.