Luchi Ybáñez está este sábado en el aeropuerto de Varsovia presto para tomar el avión en el que comenzará su viaje de regreso a Córdoba. Junto al camarógrafo, Mauro Terenzio, el periodista pasó 15 días en el frente de guerra en la invasión rusa a Ucrania como enviado especial de El Doce. Y, seguramente, su vida no será la misma de ahora en más luego de atravesar esta experiencia.

Carlos Paz Vivo lo entrevistó antes de que tomara el vuelo en Polonia. Y, visiblemente conmovido, contó que vivieron una experiencia intensa y muy fuerte.

-¿Cómo podés resumir en pocas palabras la experienca de estos días en la guerra?

-Hemos vivido una experiencia muy fuerte, muy intensa: el arcercarte y vivir la crueldad de la guerra es tremendo. No sólo es el bombardeo, es la lucha cuerpo a cuerpo, la guerra es mucho más que eso: es las familias que se separan, los controles que se multiplican, la militarización de la zona, que no tienes comida, que no hay medicamentos, las sirenas que suenan, que pierdes tu libertad. Entonces, el sufrimiento del pueblo es lo que más te impacta porque nosotros andábamos en el terreno. En medio de todo eso tenés que tratar de contar lo que ves.

-Desde lo periodístico, ¿Cómo se hace para transmitirle a la gente de aquí lo que está pasando allá?

Como periodista tenes que tratar de poder ubicarte y ubicar a quien te escucha. En la guerra siempre hay dos verdades o dos versiones. Hay que citar la fuentes, quién lo dice, un bombardeo con tantos muertos y después que no hay nada. Citar siempre las fuentes es un trabajo que hay que hacer de manera permanente porque las versiones de la guerra muchas veces están plagadas de mentiras.

-¿Qué fue lo más duro que te tocó vivir?

-Lo más duro es ver a la familia separarse, dejar todo, olvidar su casa, su escuela, su trabajo, su vida cotidiana. Una guerra, que es una tragedia, es básicamente la ruptura de la cronología . Ese pueblo o esa familia o esa persona dejan de hacer lo que supuestamente la cronología de sus vidas decía. Nosotros íbamos a ir a la escuela, la semana que viene teníamos un cumpleaños, un casamiento; todo eso se rompe, y a esa ruptura las hacen las tragedias.

-¿Cómo pensás que se puede salir de esta situación que se vive en Ucrania?

-Creo que lo que no se ve ahora y va a ser muy complicado será el odio que se genera entre los pueblos, entre la gente de un lado y del otro. Porque la cantidad de propaganda y todo lo que se habla, va a ser muy difícil que estos pueblos que son hermanos puedan volver a una convivencia pacífica.