En una semana en la que la comunidad vivió convulsionada por la crisis de las algas, nuestros compañeros de viaje, los perros, también vivieron su propia experiencia con el lago verde.

Los callejeros y también aquellos que tienen dueños pero les gusta escaparse a darse un chapuzón en el río o en el lago, terminaron teñidos de verde y azul.

El primer caso reportado fue el de Yoani, una perrita que se perdió y que se arrojó al río en la zona del puente Zilli. Fue rescatada por un vecino y puesta a disposición de Fupa. Las voluntarias de la protectora decidieron que pase por la peluquería ya que fue prácticamente imposible sacarle los restos de algas de su pelaje. A las pocas horas aparecieron los dueños a los que les fue difícil reconocerla con su nuevo look.

En la Costanera del San Roque, un usuario de las redes fotografió a dos perros negros saliendo del embalse complemente impregnados por las algas.

 

El día en que la Provincia mandó camionetas y lanchas a la desembocadura del río San Antonio, un labrador apareció en la escena con claras señales de haberse metido al agua: otro perro verde.