Lidia Rojas es una vecina más de Carlos Paz pero su vida está llena de anécdotas y de historias con lo más granado de la escena nacional. Es que Lidia fue bailarina del teatro de revistas y luego se dedicó a la producción y a la asistencia de shows.
En diálogo con Carlos Paz Vivo, evocó con profunda emoción la figura de Antonio Gasalla, quien falleció este martes a los 84 años, dejando un vacío irreparable en la comedia y el teatro argentino. Rojas recordó aquellos primeros años de su carrera, cuando coincidió con Gasalla en el Teatro Maipo.
“Yo comencé a trabajar como bailarina en el Maipo, estuve tres temporadas, y fue en ese momento cuando él llegó con su primera propuesta teatral”, relató Rojas. “Esto debió haber sido a fines del ’78 o principios del ’79. Trajo a las London Girls y nosotros, las bailarinas argentinas, nos quedamos en la calle. Yo me fui a trabajar al Tabarís mientras él debutaba con su obra en el Maipo, una de sus primeras incursiones en el teatro”, contó.
Lidia recordó a aquellos días y a los profesionales que acompañaban al gran actor en sus primeros montajes. “Estaba con el jefe de maquinistas en ese entonces, que fue el encargado de toda la escenografía de su primer espectáculo en el Maipo. Era una persona muy especial, muy exigente, un tipo tremendo. La verdad es que es muy triste, sabíamos que estaba mal, pero el dolor sigue siendo fuerte.”
Gasalla, conocido por su meticulosidad y su genio creativo, no escatimaba esfuerzos para lograr la perfección en sus proyectos. “Era un hombre muy exigente, siempre buscando que todo saliera maravillosamente bien, y lo lograba. Sus personajes y sus espectáculos eran impecables”, aseguró Rojas. “Tuvimos la oportunidad de estar cerca de él en esos momentos, de salir a comer mientras se montaba el espectáculo en el Maipo. Siempre era compañero, pero jamás dejaba de ser el director que exigía lo mejor.”
La exbailarina también compartió un recuerdo personal de ese tiempo. “Tengo una foto de ese momento, cuando ya tenía a mi primer hijo, Nico. Él estaba trabajando en ‘La verdad de la milanesa’. Fue un placer y un honor haber trabajado con un grande como Antonio. Los recuerdos siempre serán buenos.”