Cientos de motociclistas se reúnen los fines de semana en la ruta 14 sin respetar las reglas de tránsito básicas. Es un fenómeno que se repite desde hace varios años, cuando el camino dejó de utilizarse como ruta principal de las Altas Cumbres.

Los 16 kilómetros de impecable pavimento son una tentación para los conductores de motos que buscan disfrutar sus vehículos en su plenitud. Curvas cerradas, paisaje, aire libre y un tránsito casi ausente. Así era este tramo de la vieja ruta 14 que desde hace ya más de una década dejó de utilizarse por quienes viajan hacia Mina Clavero.

Sin embargo, desde hace unos meses y debido a la reparación del camino de los Puentes Colgantes, son muchos los que la utilizan con fines turísticos. Los automovilistas que pasean en familia rumbo a Copina son sorprendidos por  la gran cantidad de motocicletas que aparecen sorpresivamente en las curvas o vienen desde atrás y los superan a grandes velocidades sin respetar la doble línea amarilla.

La práctica no es nueva y ya han ocurrido hechos trágicos en ocasiones anteriores. Entre los automovilistas el planteo que se hace es que es extraño que las autoridades de la Policía Caminera no ejerzan ningún control en el sector, donde todos los fines de semana se violan tanto las velocidades máximas como el resto de las reglas de transito, poniendo en riesgo la seguridad no solo de los mismos pilotos, sino de cientos de personas que eligen pasar un día de paz con su familia en lugar tan emblemático de las sierras cordobesas.

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