A tres días de haber finalizado el primer mes del 2021, en el marco de una temporada marcada por la pandemia del coronavirus, desde el Departamento de Estadísticas y Censos de la Asociación Hotelera y Gastronómica de Villa Carlos Paz realizaron un balance de la ocupación.

Desde la institución, señalaron que el promedio de ocupación en enero alcanzó el 41,8%, con marcadas diferencias entre los fines de semana (incluyendo los viernes) con respecto a los días hábiles, de lunes a jueves.

En este sentido, aclararon que la información surge de considerar la totalidad de los establecimientos socios de la Institución, incluso aquellos que han decidido no abrir sus puertas.

Por otra parte, advirtieron un leve y constante crecimiento en la confianza del turista al momento de elegir su estadía, que en la generalidad se ha caracterizado por una contratación sin reservas.

Volviendo a los números, apuntaron: “el fin de semana del 22 de enero, la ocupación alcanzó su pico con el 60 por ciento, para luego descender once puntos hacia fin de mes (sábado 30). En una primera lectura se interpreta que, al tratarse fundamentalmente de un turismo de cercanía, el factor climatológico jugó en contra de los pronósticos que avizoraban un panorama más alentador”.

Estudiantil

Por otro lado, destacaron que el regreso del turismo estudiantil si bien aportó a elevar la estadística, es el resultante de compromisos asumidos que en situación normal tendrían que haberse cumplido durante el 2020, estimando por ello que muchos empresarios trabajaron con tarifas desactualizadas.

El otro aspecto es la rentabilidad. A los fines de justificar la puesta en marcha de la estructura edilicia y conservar las fuentes de trabajo, dijeron que “la mayoría de nuestros socios se vieron obligados a adaptar sus tarifas a la nueva normalidad, con ajustes muy por debajo de la inflación.  La competencia desleal terminó por bajar bruscamente las pretensiones económicas, poniendo en riesgo una actividad que tiene como principal socio al Estado”.

“ASHOGA ha venido tomando contacto con las empresas de servicio y el propio Municipio, a los fines de evaluar acciones que permitan mitigar el impacto de la pandemia de cara a los meses fríos”, aseveraron.

Y agregaron que, mientras tanto, “se espera que febrero arroje números más alentadores, impulsado por el feriado largo de Carnaval que históricamente tuvo buena respuesta. En el mejor de los escenarios, un aumento de la ocupación podría impedir el derrumbe de una actividad que ya ha dejado en el camino a varias familias tradicionales de la Villa quienes, al no poder resistir la cuarentena prolongada, han decidido definitivamente cerrar sus puertas”.