Un insólito episodio ocurrió en Mendoza, e involucra a una anciana que, por un error de la clínica, la dieron por muerta, su familia realizó el sepelio y en verdad seguía internada en dicho nosocomio.

El pasado jueves, un profundo dolor se apoderó de los familiares de María Dora Garro, de 71 años, cuando desde la clínica Santa María, donde se encontraba internada, los llamaron para comunicarles que la señora había fallecido por Coronavirus, entre otras afecciones en su salud.

Según contó a través de las redes sociales Shirley Hernández, nieta de la señora, al realizar los trámites correspondientes, la familia recibió el acta de defunción con la explicación clínica de la muerte y, en consecuencia, realizaron el sepelio de quien supuestamente era su abuela.

Pero no. Como si fuese una copia fiel de la película “Esperando la carroza”, los familiares lloraron a un ser querido que no conocían; porque, a todo esto, el fallecido existía.

El problema es que no tuvieron otra opción que confiar en lo que les comunicaron desde el sanatorio y el certificado de defunción porque, pese a que insistieron en querer ver el cuerpo, por protocolo debía ser velada a cajón cerrado; más teniendo en cuenta que la supuesta causa del deceso era por Covid-19.

“Quiero ver a mi familia”, el pedido que cambió la historia

Finalmente, todo se descubrió al día siguiente del sepelio cuando, nuevamente desde la clínica, llamaron a la familia para decirles que la abuela pedía por ellos.

La familia no entendía nada, por cierto. Pero, sin perder tiempo, uno de los hijos de la supuesta difunta acudió inmediatamente al nosocomio y allí se encontró con la sorpresa de que su madre estaba viva y en buen estado general de salud.

Todo se trató de un error

A raíz de este episodio, más allá de la alegría de saber que la mujer se encontraba con vida, su familia cuestionó el accionar del centro médico; más aún sabiendo que, en definitiva, hubo una persona fallecida de la que no saben su identidad ya que, al pedir explicaciones, indicaron que desde la clínica sólo se limitaron a pedir disculpas y destacar que sólo se trató de un error sin malas intenciones.

El administrador del sanatorio, Javier Parmusi, fue consultado por Cadena 3 e indicó que se trató de un “error administrativo”.

“A veces sin que nosotros hayamos tenido el problema, nos aíslan gente y estamos con menos personal. No quita que no se puedan dar bien los servicios porque se reacomodan los diagramas para realizar bien el trabajo. Estamos a disposición. No hemos ocultado nada. Al ver el error involuntario, hemos enseguida comunicado a los familiares porque sentimos mucho el error que se ha cometido. Va a generar muchas dudas, no es así. Fue un error. Se trabaja a conciencia y bien”, explicó.