El reloj no se detiene nunca. Y el tiempo de los políticos tampoco. Ellos saben más que nadie que para mantener una estructura en el poder, para ascender posiciones – en caso de no tenerlo – llegar al podio del cargo anhelado, no hay otra opción que salir a mostrarse en el casa por casa, cabildear con cercanos y lejanos, coquetear con los periodistas afines al contubernio y las “operaciones” y entrar a la rueda de candidatos con el objetivo puesto en el mejor cargo.

Mientras tanto, llega el Mundial de Fútbol y -como dijimos en la anterior columna – todo parece detenerse. Pero sólo es una ilusión.

En un día de semana cualquiera, los bares de Carlos Paz pueden ser un buen termómetro para saber qué está pasando en la vereda de enfrente del Palacio 16 de Junio, donde viven los que están dentro del poder y difícilmente salgan a “cafetear” lejos de la calefacción de los despachos.

Avilesismo agazapado

El intendente Esteban Avilés y su tropa siguen dando mensajes en clave distinta con el hermetismo de quien tiene la última carta entre manos como eje. Si es hacia afuera, el “Gobierno de la Ciudad” es pródigo en elogios hacia la forma de hacer política tanto del gobernador Juan Schiaretti como del presidente Mauricio Macri. Si es hacia adentro, hay enemigos acérrimos y son los que están hoy en los bares de la villa buscando erosionar el poder conseguido por Avilés en los 7 años de “gestión comunitaria”. Los nombres de ese abanico “demoníaco” del evangelio avilesista son conocidos: Carlos Felpeto, la dirigencia de la Coopi, el empresariado “felpetista” y sus exaliados Walter Gispert y Omar Ruiz.

Las huestes del intendente están agazapadas y lo estarán hasta el momento en que su jefe político tome una decisión tanto en el plano provincial como en el local.

El periodismo de la Capital provincial ya se hizo eco de algunas conjeturas que lo ven a Avilés en tres escenarios distintos: como compañero de fórmula del gobernador Juan Schiaretti, insertándose en el esquema de Cambiemos o como  candidato a gobernador por una “tercera vía”.

En lo local, los funcionarios que podrían ocupar el sillón de la Intendencia en el futuro ya no disimulan sus ganas y aseguran lo que es evidente: el avilesismo buscará una tercera gestión y eso está más allá del nombre del candidato.

UCR/Cambiemos en ebullición

Los vecinos de la calle Salta escucharon y vieron todo. La pelea por los espacios dentro de la UCR no da tregua y llegó a su punto más alto este lunes cuando el presidente del Comité local, Jorge Lassaga, intentó hacer un llamado a la unión. Hubo gritos y empujones entre representantes del Comité y miembros de la Juventud Radical que responden íntimamente al intendente Avilés.

Esa foto es la que marca la actualidad partidaria con los núcleos internos buscando hacerse del mejor lugar para llegar a las internas por la candidatura a la Intendencia de la mejor manera.

Alrededor del centenario partido están los aliados del Frente Cívico y el PRO que también quieren tener algún trozo de la torta de candidatos. Por sólo enumerar los que se entiende que quieren postularse al mayor cargo local dentro de Cambiemos están: el exintendente Carlos Felpeto, Jorge Lassaga, Daniel Velázquez y el juecista Walter Gispert.

PJ: Candidato se busca

En el peronismo se vive una etapa de aproximación. Hay reuniones permanentes en bares y oficinas para tender lazos entre los militantes que están, los que se fueron y los que quieren llegar. La legisladora Mariana Caserio montó su oficina para atender a los vecinos en la avenida Libertad y su nombre es uno de los que suena para 2019. En su caso, no hay definición cierta y no adelantó que quiera ser candidata para algún cargo electivo en Carlos Paz el año que viene. Entre los que suenan dentro del PJ están dos gremialistras: el mercantil Carlos Orso y el docente Darío Ricardo.

El peronismo está, como a nivel provincial, en la búsqueda de una alianza más amplia que Unión por Córdoba para refrescar la imagen después de dos décadas frente al Gobierno provincial.