La Bella Fermina

PhoTortul 1892
“La Bella Fermina”
Av. Cárcano – Villa Independencia – V. C. Paz
Invierno 2020
Especiales de Hiemacar
Arquitectura Episodio #06

Sexta entrega (y quinta casona) del Rescate Patrimonial que vamos armando, como un puzzle, junto a la empresa Hiemacar, la pionera en cuestiones de materiales para la construcción en la Villa de Don Carlos Nicandro.

Sigo mi derrotero hacia el sur.
Ya crucé el vado y paré a fotear la Casa Tomassoni, a la que denominé ‘La Casa de la Garza‘ por simple evocación adolescente a mi amigo del primario Daniel Garcia… y ese recordado acantonamiento, allí, con mi pandilla.
En la misma vereda angosta, a la derecha en el sentido Carlos Paz-San Antonio, le toca el turno a otro bello y simpático chalecito: ‘La Fermina‘.
Así se llama.
Así reza un cartel, tatuado en su fachada.

El estilo arquitectónico lo dejo para después… porque me abruma.

Un poco de historia barrial:
Tras el trazado del loteo original, obra de Don Juan Irós, este mismo emprendedor fue construyendo edificaciones para vender o para alquilar. Y luego empezó a vender solares para que las construcciones las emprendan sus clientes directamente.
He aquí uno de los primeros casos.

Pero recurro a la memoria de un vecino, quizás el Carlospazonzo que acumula más años viviendo en Carlos Paz, en su casa de Calle Libertad y Florida, el Dr. Angel Sosa, que me cuenta via wasap:
“La casa llamada La Fermina la edificó el Dr. Custodio Maturana, de Buenos Aires, Juez y Camarista de larga e impecable trayectoria. Su esposa se llamaba Fermina, de allí el nombre. Al fallecer, sin haber tenido hijos, la heredaron su sobrino Miguel Elena, casado con Norma. Los Elena fueron muy amigos míos desde la juventud, ellos vivían en la Capital pero pasaban mucho tiempo aquí, todo el mes de julio y todo el verano hasta marzo. Al fallecer Miguel y Norma, la casa pasó a manos de su hija, que también vive en buenos aires. En esta casa hermosa compartimos muy agradables momentos, también con sus vecinos que eran los García-Tomassoni. Otro día te cuento como era la casa por dentro porque me acuerdo de todo”. #FinDeWasap

 

Tras la evocación del Doc Sosa, vuelvo a mirar su fachada y gatillo la foto, vertical, para incluir el arbol:
Click… click.
La pérgola de lona no la pude evitar. Allí queda.
Y ya pienso que debo describir a La Fermina con palabras… y arrugo.

Su estampa es tan singular que parece salida de un libro.
Ups.
Va de nuevo
Su estampa es tan singular que YA FUE tapa de un libro.
Si.


Lo tengo en mi biblioteca, en el estante de autores locales y firmado por sus autores, José Antonio Casas y Maria Evelina Ramirez, de ‘Huellas de la Historia’ … grupo del que participé gustoso, editando un bello video, allá por 2013, al presentarse esta obra, en el Centro Vecinal del Barrio.
La Tapa del libro “Villa Independencia” fue diseñada por el querido Josi Oviedo Oller y preserva el mismo encanto del chalecito merced al rescate de esas guardas de ladrillos… que me traen recuerdos de Rasti… de mi tierna infancia.

Ya no puedo escapar a la descripción.
Ya saqué otra foto desde Playas de Oro, mostrando con zoom su otra fachada, que da al río San Antonio… muy seco en este duro invierno.

Parado en la angosta vereda, con autos pasando a todo galope para el sur, cámara en mano, presiento que alguien está parado a mi lado, apenas atrás.
Giro, quiebro cintura (aún puedo) y lo veo corporizado al amigo Carlos Bartmus, vestido de arquitecto, con casco en bocho y Regla T bajo el brazo.
Sin que tenga tiempo de saludarlo, Carlitos empieza a hablar, con su voz tan particular:
“Es La Fermina un Chalet Clásico de la época, de muy buen nivel, dentro de lo que se hacía aquí. Su fachada tiene todos los recursos arquitectónicos incluidos.
Se destaca al sobreelevar la planta respecto del suelo natural.
Enmarcada por un camino largo y arbolado que la distingue a lo lejos del camino/ruta.
Una galeria que genera ese espacio de transición antes del ingreso a la vivienda.
Típico Chalet Californiano, techos inclinados pero agregando un agua hacia la galería para que la teja colonial pueda valorarse.
Hay otros recursos y detalles que la hacen impecable y de jerarquía como el almohadillado en aberturas y esquinas de los muros, también en el retablo del frontis bajo el alero del techo inclinado.
Balaustrada en la baranda de galeria.
Zócalo de piedra del lugar para diferenciarse del suelo.
Tanque con techo inclinado copiando ángulos y pendientes, al igual que el remate de la chimenea”.

Lo veo al Arquitecto Bartmus, miro de nuevo a La Fermina y sigue:
“Mira, Luisito, el detalle para mi que la distingue del resto es el ‘Bautismo de la Vivienda’… algo q se ha perdido y le daba importancia y respeto. También era usual que el arquitecto, ingeniero o constructor dejara su nombre en un pequeño bronce amurado al pilar del Ingreso principal… hoy muchos no se animarían a hacerlo”.
Me doy vuelta ante semejante frase sobre las obras de hoy… pero Carlitos ya desapareció.
Me siento como en Macondo… pero estoy en Villa Independencia… quizás el rincón que Don Gabo elegiría, de todo Carlos Paz, para alguna de sus novelas de realismo mágico.

No le pude dar las gracias a Bartmus, tampoco a Sosa… pero lo hago por acá.
Y a los que llegaron hasta acá leyendo, gracias… y les pido que me sigan en la próxima. ¿O ya los estoy defraudando?!?

#LaFermina
#HiemacarTomaSeis
#PatrimonioArquitectonico