Según los medios españoles, la decisión fue tomada por la empresa estadounidense que las confeccionó por un motivo nunca antes detectado en otras prendas.

Barcelona tenía previsto poner a la venta la nueva indumentaria oficial del equipo la próxima semana, justo en el clásico catalán ante Espanyol, pero la empresa Nike le ordenó a los locales de venta que paralicen la salida de la ropa y la devuelvan a sus proveedores, indicó el diario Sport.

El motivo es un falla de fabricación que provoca que las camisetas se destiñan con el sudor o al lavarse, algo que nunca antes había ocurrido con la empresa norteamericana, que prefirió tomar esta drástica decisión antes que el producto de mala calidad llegue a manos de los consumidores.

La nueva casaca llevaba las tradicionales rayas pero resaltadas por un reborde amarillo, en tanto que la suplente será de color negro y la tercera rosa.