Juan Pablo Volpini y su familia se quedaron con lo puesto tras el voraz incendio que consumió su vivienda. Un grupo de vecinos lanzó una rifa de 300 pesos para colaborar. Este lunes, un arquitecto que se ofreció a voluntad, va a proyectar la nueva construcción.

Hace exactamente una semana atrás, a Juan, su esposa y su hijita de 3 años, les tocaba vivir una pesadilla cuando frente a sus ojos, su casa, ubicada en calle San Luis 130 en barrio Las Malvinas, era consumida por el fuego.

Desde ese entonces, la solidaridad de la gente de Carlos Paz los sorprende día a día, contó Juan Pablo, quien aseguró que gracias a toda esa empatía, pueden pensar en comenzar de nuevo.

El pasado lunes 13 de septiembre cerca de las 17 hs, un obrero estaba trabajando en el techo de la vivienda, cuando a raíz de un soplete, se desató el incendio, que arrasó con todo.

Los integrantes de la familia se quedaron con lo puesto. Pero desde ese trágico día, una cataratas de mensajes de ayuda comenzaron a llegarle a Juan Pablo. Tal es así, que una empresa que se dedica al movimiento de suelo, ofreció sus máquinas para derrumbar lo poco que había quedado de la estructura.

Otras personas, también sumaron su esfuerzo con machetes para voltear una parte que no se podía lograr con maquinarias.  

“Desde el minuto cero, se estaba quemando la casa, yo estaba llorando y una vecina me dijo ‘quedate tranquilo que tengo una casa para que te alojes’, lo cual me sacó un problema de encima, no lo podía creer”, expresó el joven.

Pasó una semana, “pero como familia vivimos días intensos, parece mucho más tiempo. Tenemos un montón de ángeles que aparecieron ese día, y nos convencieron de que podíamos a salir adelante y que teníamos que derribar lo que había quedado de la casa, para que tampoco nos siga haciendo mal ver como había quedado todo”.

Y aseguró que gracias a toda esa gente que se acercó y otra tanta más, “hoy el terreno está preparado para arrancar con una nueva construcción. Si no hubiera sido por todos ellos, estaríamos sentados en el cordón o en quincho llorando, viendo las pérdidas”.

“Agradezco a los que se acercan día a día, hay algunos que están siempre, pensando cómo podemos hacer, no tengo palabras para ellos, ya forman parte de mi familia”, comentó el padre de familia.

Señaló que es la experiencia “más traumática”, pero a la vez “gratificante, por toda la gente que conocimos, por la solidaridad que existe. Todo lo que está sucediendo a nivel emocional es increíble”.

Mirando al futuro, Juan contó que planea construir una nueva casa. “El arquitecto Gino de la inmobiliaria M. Luisa, se ofreció a darnos una mano, otra vez lo mismo, lo hace de corazón, acompañarnos en este momento. Sabemos que no será fácil”, dijo.

Para la mano de obra, es “impresionante la cantidad de gasistas, plomeros, electricistas, ingenieros, que se ofrecieron para ayudar”. Lo que les está pasando, para Juan, “es indescriptible”.

Con todo lo que le sucedió, el joven no quiso dejar de recordar que hay gente que tiene más necesidades que ellos y “también necesitan ayuda”,  ya que viven “en situación de catástrofe” como le tocó vivir él, “pero es todos los días”.

Rifa

Como lo decía Juan, es incalculable la cantidad de personas que se acercaron de alguna manera a brindarle su apoyo, desde lo espiritual hasta económico.

Tal es así, que un grupo decidió organizar una rifa para colaborar con dinero y así ayudar a la familia a reconstruir la casa que perdieron.

Dahy Mazzola es una de las organizadoras y contó que se sumó “muchísima gente y empresas de la ciudad, no tenemos palabras de agradecimientos para todos ellos”.

Y agregó que ya hay “más de 250 mil pesos en premios, y calculamos que vamos a llegar a los 100 premios porque se sigue sumando mucha gente que quiere colaborar”.

“Cuando vi la noticia, una amiga comentó que estuvo en contacto con la familia y decidimos organizar algo, comenzamos a publicar la intención y aparecieron colaboradores y ya somos como 70 personas”, relató la joven, quien apuntó que es “increíble la solidaridad que se da cuando a alguien le pasa algo”.

El número de la rifa tiene un costo de 300 pesos y hay tiempo hasta el 8 de octubre de comprar. Los premios se van a sortear a través de las Loterías nocturnas.

Se pueden adquirir en calle San Luis 130, en San Martín 393 de 9 a 13 hs y de 16 a 19.30 hs o a través del teléfono 3541-34-2636.

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