Hernán Brienza, politólogo, periodista e historiador argentino, es una de las personalidades destacadas de la Feria del Libro de Villa Carlos Paz 2019.

Este jueves 15 de agosto a partir de las 19 hs en el acto de apertura de la Feria, estará presentando su último libro La Argentina imaginada, donde aborda los diversos nacionalismos que pueden identificarse en nuestro país.

¿Qué tipo de nacionalismo es el hegemónico?, ¿somos patriotas los argentinos? qué es exactamente el populismo y de qué manera se ha expresado en Argentina? Son solo algunas de las preguntas que surgen a partir del trabajo de Hernán Brienza, como disparadores para pensarnos y comprender más nuestra realidad social, política y económica.

“Fue una grata sorpresa saber que se hace la Feria del Libro en Villa Carlos Paz. Córdoba es una provincia a la que quiero mucho y a la que viajo bastante, así que para mí es un placer y  un honor que me hayan invitado a esta Feria a presentar mi último libro”, comentó Brienza en entrevista con Carlos Paz Vivo!

-¿En qué radica nuestro nacionalismo actualmente?, ¿somos nacionalistas los argentinos?

-Lo que hago en Argentina Imaginada es un recorrido por todos los nacionalismos que hubo a lo largo de la historia. Trato de explicar que cada idea de nación tiene su propio nacionalismo. Cada proyecto político diseña un proyecto de nación, y por lo tanto algún tipo de nacionalismo, con lo cual el nacionalismo no es algo que se pueda medir. No se puede diseñar objetivamente, sino que tiene que ver con las formas con las cuales cada proyecto político piensa a la Argentina.

El macrismo, por ejemplo, tiene una idea de nación determinada, que es el nacionalismo de la Argentina que bajó de los barcos. Mauricio Macri dice siempre: “Todos los argentinos descendemos de los barcos”, con lo cual está diciendo que los que no bajaron de los barcos no son argentinos. Por lo tanto, diseña un nacionalismo tenue, de tipo civilizatorio en términos europeos. Un nacionalismo blanco que siente angustias cuando los poderosos tienen que separarse de su atadura natural que era la Europa civilizada, la del SXIX.  Es un proyecto de nacionalismo que tiene que ver con la militocracia, la jerarquía, el modelo agroexportador en términos de esa Argentina mítica en el mundo de 1910.

A esto se le contrapone otra Argentina, otro nacionalismo que es el de “la Patria está en peligro”. El popular, el ligado a los sectores industriales, a los de trabajo. Pero ojo que podría haber otros nacionalismos emergentes. Yo creo que estos son los que la historia en términos empíricos ha fortalecido como los más importantes de la Argentina, y quizás hoy, la principal característica de la argentinidad o nacionalidad argentina sea la división entre estas dos ideas de nación y sectores. La nación de la patria dividida.

Donde falla el macrismo es justamente en la demostración en la cancha, en la realidad, ya que sus políticas no son coherentes y positivas para la mayoría.

-Macri es muy criticado por el tipo de discurso que pronuncia a través de los medios masivos de comunicación. Se habla de sus frases hechas y de una falta de contenido sustancial a la hora de dirigirse a los argentinos ¿Cómo definirías sus discursos, cuáles creés son sus efectos en la gente, hoy por hoy?

-El discurso de Macri es un discurso populista. Es decir, la gran acusación que se le hace al populismo es la utilización de un discurso vacío, con significantes vacíos, y con encadenamiento de demandas heterogéneas. Un ejemplo de eso son las frases: “Vamos a cambiar lo malo y dejar lo bueno”, “los argentinos tenemos que estar unidos”, “tenemos un equipo” o “los argentinos somos imparables”. ¿Qué significa que los argentinos somos imparables?, ¿hacia dónde vamos sin parar los argentinos? Son frases claramente de corte populista, pero además de un populismo de derecha que es demagógico en el sentido que apunta a lo afectivo, a lo emocional y no a lo racional.

El propio macrismo, que se la pasa criticando al populismo del peronismo, ha hecho una gran utilización de las herramientas discursivas de ese populismo. Igualmente, creo que el efecto del discurso de Macri actualmente ha perdido mucha fuerza porque siempre los discursos de tipo afectivo se ven contrastados con la realidad. Donde falla el macrismo es justamente en la demostración en la cancha, en la realidad, ya que sus políticas no son coherentes y positivas para la mayoría.

Creo que cuando uno contrasta los discursos vacíos con los resultados de la realidad, es sabido que la sociedad empieza a descreer del macrismo como entidad política. Esto no significa que la fuerza esté acabada o que no tenga apoyo de la mayoría o que deje de tener derecho a representar a esa mayoría.

Quizás la principal característica de la argentinidad sea la patria dividida

Con la nueva fórmula política Fernández-Fernández, el kirchnerismo comienza a tomar fuerza ¿Qué es lo que se reactiva a partir de esta alianza entre sectores dentro de un mismo partido que antes estaban divididos?

-A partir de esta fórmula se reactiva no sólo el kirchnerismo sino que se convoca a un panperonismo, que trata de incluir a la mayoría de las experiencias que estuvieron ligadas no sólo al peronismo, sino al peronismo no kirchnerista. Creo que en ese sentido, la presencia de Alberto Fernández, de gobernadores y la invitación a otro tipo de presentaciones del peronismo es clave, para jugar dentro de ese espacio. Despierta una gran expectativa para poder reparar todos los daños que hizo el macrismo,  también algunos errores que cometió el propio kircherismo desde adentro, entre el 2013 y 2015. Por eso es interesante lo que está planteado en la fórmula, que es en sí misma un aprendizaje. Si la fórmula de la oposición al gobierno hubiese sido estrictamente kirchnerista no hubiera sido tan rica, como la que es producto de este proceso de aprendizaje donde aparecen algunos candidatos que no son kirchneristas y que enriquecen la fórmula.

-¿Cuáles son los principales errores cometidos por el kirchnerismo a los que hiciste referencia?

-Creo que el kirchnerismo, hacia el final, desde el 2013 en adelante, se encerró un poco en sí mismo. Dejó de escuchar las demandas de la sociedad, y no comprendió que el programa político que seguía adelante respondía más a las necesidades de una sociedad atravesada por la crisis del 2001, por las mejorías que el propio kirchnerismo había generado en la sociedad, entre el 2003 y 2012.

Hacia el último momento, al kirchnerismo le costó volver a entender qué necesitaba la sociedad y las demandas ahí no pudieron ser satisfechas. Esas demandas sí fueron interpretadas por el macrismo, pero en lugar de satisfacerlas, el marcrismo llevó a la Argentina a un pre 2001, y me parece que en ese sentido se entiende también por qué gran parte la de sociedad se siente defraudada por este.