Gran Bretaña inicia un período de 10 días de luto para recordar y homenajear a la reina Isabel II, quien falleció el jueves a los 96 años en Balmoral, su residencia de verano en Escocia, luego de un año con complicaciones de salud, desde coronavirus hasta problemas de movilidad.

Inmediatamente después de conocerse el fallecimiento, se inició el plan conocido como “Operación Puente de Londres”, un protocolo secreto planeado hace años con los detalles sobre las primeras horas tras anunciarse el fallecimiento.

El plan es solo uno de varios estrictos procedimientos que se llevan a cabo cuando muere un miembro de la familia real y del que se fueron filtrando fragmentos a lo largo de los años.

El hijo y sucesor de la reina, el rey Carlos III, accedió al trono inmediatamente en el santuario del castillo de Balmoral, tras recibir el primer saludo de parte de la flamante primera ministra, Liz Truss, a quien la reina le había encargado formar gobierno apenas dos días antes en su condición de nueva líder del mayoritario Partido Conservador.