Un indignante momento fue el que vivió Diego Gonzáles el pasado lunes feriado. A la mañana temprano se dispuso a ir a pasear un rato con su hijo y su sobrina, ambos menores de edad; pero la tranquilidad del descanso se transformó en bronca e impotencia cuando al regresar a la camioneta se dio con que no sólo le habían robado la patente, sino que también le habían destruido todos los neumáticos del vehículo, incluso el auxiliar.

El hecho ocurrió En Los Gigantes,  a la altura del Valle de Los Lisos por el camino que dirige hacia la Mina de Uranio.

“Fui a pasar un rato con mi hijo y una sobrina; y la idea era volver al mediodía. Dejé el auto estacionado a la orilla del camino, porque hace 10 años que voy al mismo lugar y lo dejo allí. Pero cuando volví al mediodía, me encontré con que todas las gomas de la camioneta estaban tajeadas, incluso la de auxilio. Además, me arrancaron la patente de atrás”, señaló Diego a Carlos Paz Vivo!

Sostuvo que vivió un momento muy angustiante porque se encontraba sólo con los dos niños, e imposibilitado para reparar el utilitario por su propia cuenta y también para solicitar auxilio, porque dicho sector también carece de señal telefónica.

Sin embargo, apuntó que “fui hasta otros de los vehículos que estaba estacionado y le comenté al conductor lo que me había pasado. Así que esta gente me ayudó a sacar los neumáticos y me hizo el favor de llevar a los chicos hasta Tanti a pedir ayuda”.

Afortunadamente, con la colaboración de un familiar pudo remolcar la camioneta marca Peugeot Partner y llevarla hasta la localidad de Tanti; lugar donde radicó la denuncia correspondiente en la comisaría.

Sospechas

Si bien no hubo detenidos por el hecho, y tampoco pistas firmes sobre el autor; una de las hipótesis se basa en el testimonio del hombre que le brindó ayuda.

“Cuando me acerqué a pedirle el favor, el señor contó que cayó un hombre en una camioneta a increparlos, no sé si quería cobrarles, y al irse le preguntó de quien era el vehículo –por el mío-; pero ellos no vieron si fue él quien le hizo algo”.

Diego manifestó que hace 10 años que concurre periódicamente al lugar y que nunca le pasó nada ni le advirtieron sobre la ocurrencia de este tipo de hechos.

No obstante, trascendió que no es la primera vez que visitantes y pescadores sufren este tipo de ataques a sus vehículos.