La fiscal del juicio a un grupo de policías por el crimen de Joaquín Paredes, el adolescente asesinado de un balazo durante un operativo en 2020 en la localidad cordobesa de Paso Viejo, pidió hoy que cinco de los seis sospechosos sean imputados del “homicidio”, informaron fuentes judiciales.

Al debate había llegado un solo efectivo acusado de ese delito, Maykel Mercedes López (25); sin embargo, la fiscal de Instrucción Fabiana Pochettino pidió la misma imputación para otros cuatro: Iván Alexis Luna (26); Enzo Ricardo Alvarado (29); Jorge Luis Gómez (34); Ronald Nicolás Fernández Aliendro (27).

Según las fuentes, para la fiscal, los cinco policías fueron responsables del “homicidio agravado por el uso de arma de fuego” de Paredes (15), como “coautores” y “partícipes necesarios”.

Luna llegó al juicio imputado de “lesiones graves”, Alvarado, Gómez y Aliendro por “omisión de los deberes” y “disparo de arma de fuego calificado”, en tanto que el sexto policía involucrado, Daniel Alberto Sosa Gallardo (43), solo enfrenta cargos por “amenazas calificadas”.

En la primera jornada del juicio que se realiza en los Tribunales de Cruz del Eje, el fiscal Pochettino ya había solicitado el cambio de carátula, pero el planteo fue rechazado por los jueces Ricardo Py, Ángel Francisco Andreu y Javier Rojo.

En el debate también intervienen jurados populares y para mañana está previsto que se lleve a cabo una inspección ocular en el lugar de los hechos.

De acuerdo a la acusación, la madrugada del 25 de octubre de 2020, un grupo de policías se trasladó hasta la plaza de Paso Viejo, una localidad de unos mil habitantes, luego de ser alertado sobre una reunión de jóvenes en ese lugar mientras regía el aislamiento.

Cuando los efectivos llegaron al lugar se produjo una discusión con los jóvenes que, de acuerdo a la pesquisa, derivó en una balacera por parte de los policías, quienes efectuaron al menos siete disparos.

De los peritajes realizados surgió que cuatro balazos se realizaron con el arma del agente Luna y tres con la de López, y que uno de estos últimos impactó en Paredes y le provocó la muerte.

Mientras que otro de los disparos, presumiblemente de Luna, se incrustó en el brazo de uno de los amigos de Paredes, un adolescente de 15 años, en ese entonces, que debió ser asistido en un centro de salud pública.

Según el requerimiento de elevación a juicio, “cinco efectivos, encabezados por el sargento Gómez, descendieron de los rodados, que quedaron con los motores y luces encendidos, con la finalidad de echar a los jóvenes del lugar haciéndolo de forma violenta y rodeándolos a pocos metros de distancia, consintiendo todos con su accionar la producción cualquier daño y cualquier resultado”.

Siempre de acuerdo con la acusación, Aliendro, llevó sus manos a la escopeta que portaba, al tiempo que les decía a los jóvenes que se retiraran del lugar.

Ante esa actitud, los chicos comenzaron a discutir con el personal policial hasta que Aliendro “habría efectuado al menos uno o dos disparos al aire con cartuchos antitumulto compuestos con poliproyectiles o postas de goma”.

Luego, López y Luna, “sabiendo que actuaban en grupo y con la autorización del personal policial de mayor jerarquía en el lugar, haciendo abuso de su condición de miembros de la fuerza de seguridad” y “aportando al plan común de darle muerte a cualquiera de los jóvenes presentes, tomaron sus armas de fuego reglamentarias provistas por la fuerza y a una distancia no mayor a los 18.79 metros, efectuaron en toda dirección al menos siete disparos”, señaló la elevación a juicio.