La fiebre amarilla es una infección viral que se transmite por medio de la picadura de algunas especies de mosquitos, no tiene tratamiento específico, pero sí una vacuna para prevenirla. En este sentido, el Ministerio de Salud informa que durante el invierno siguen disponibles las dosis contra esta enfermedad.

Cabe destacar que se trata de una afección que puede ser mortal, y que niños, niñas, personas mayores y aquellas que poseen factores de riesgo tienen mayor posibilidad de presentar un cuadro grave.

Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la vacunación a todas las personas que viven o viajen a zonas donde exista evidencia de transmisión persistente o periódica de este virus.

En Argentina, estas áreas se encuentran en las provincias de Misiones, Corrientes y Formosa, así como en ciertos departamentos de Chaco, Salta y Jujuy.

La aplicación de la vacuna para viajeros se recomienda a partir de los 9 meses de edad hasta los 59 años inclusive, y debe ser aplicada al menos 10 días previos al viaje para que las personas se encuentren debidamente protegidas.

Si una persona tiene contraindicación para vacunarse, puede tramitar el certificado de exención en los mismos vacunatorios, así como también requerir un duplicado si ha extraviado el carné. Es una única dosis, por lo cual, una vez recibida, no debe volver a colocarse.

Además de la inmunización, se recomienda adoptar las medidas habituales de prevención de picaduras de mosquitos, como lo es el uso de repelentes, uso de ropa clara que cubra los brazos y las piernas; y, en caso de los bebés, proteger cunas y cochecitos con tules.

Si durante el viaje o al regresar se presentan síntomas como fiebre, dolor muscular, articular, de cabeza o detrás de los ojos, decaimiento o sarpullido, realizar una consulta médica inmediata e informar sobre los países o regiones visitadas.